prescripción/ Un estudio recomienda la combinación de naproxeno y esomeprazol

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juan pablo ramírez Madrid | viernes, 06 de septiembre de 2013 h |

Los algoritmos valencianos de decisión terapéutica continúan generando controversia. Un estudio reciente cuyas primeras conclusiones se han presentado en el Congreso de la Sociedad Española de Reumatología (SER) demuestra que la combinación de naproxeno y esomeprazol es el tratamiento más costoefectivo contra la artrosis. Los resultados difieren del algoritmo de artrosis de la Comunidad Valenciana que recomienda en un primer nivel la prescripción de paracetamol e ibuprofeno, pero no la administración de inhibidores de la bomba de protones (IBP).

Precisamente, la combinación de naproxeno y esomeprazol aparece relegado en el cuarto nivel del algoritmo valenciano. El estudio, cuyo principal autor es el jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Guadalajara, Jesús Tornero, demuestra las ventajas que ofrece el naproxeno para evitar futuras patologías cardiovasculares.

Las dudas de los médicos contrastan con la opinión del Ministerio de Sanidad. La semana pasada en Santander, Agustín Rivero, director general de la Cartera de Servicios del SNS, explicó que en un principio el Gobierno no prevé acudir al Tribunal Constitucional contra los algoritmos valencianos.

Pacientes ancianos

“La mayoría de los procesos artrósicos se desarrollan en pacientes mayores y son muy susceptible de sufrir una gastropatía o una cardiopatía”, explica Juan Vicente Esplugues, catedrático de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia.

El algoritmo especifica que en aquellos pacientes con artrosis en los que resulte necesario establecer un tratamiento con un antiinflamatorio no esteroideo (AINE), y que presenten riesgo de gastropatía, se aplicará el algoritmo para la prevención de gastropatía por AINE. Esplugues recomienda la administración del IBP de entrada, debido a la edad de estos pacientes. “Hablar de artrosis sin hablar de gastropatía o de cardiopatía de una forma muy incisiva en el mismo documento puede dar lugar a usos de fármacos no adecuados”, advierte.

El catedrático señala que la no inclusión de un IBP en combinación con un AINE puede perderse una vez que el paciente desarrolle una gastropatía, por el alto coste que supondría la patología. “Por un número muy limitado que aparezca, que suelen ser importante, va a comerse cualquier ventaja numérica que esté ligada a un tratamiento basándonos en su precio”, añade.

Otra de las críticas que realiza sobre el algoritmo se basa en el mantenimiento dentro del algoritmo del diclofenaco. “Se ha demostrado que es muy cardiolesivo y no debería aparecer en una farmacopea moderna”, añade e insiste en que ya la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha advertido de los riesgos de la utilización de este medicamento.

Al riesgo de gastropatías por el consumo de estos medicamentos se suman los posibles problemas cardiovasculares que puede padecer el paciente. El estudio presentado en el Congreso de la SER se decanta por la utilización de naproxeno, por su carácter menos cardiolesivo. Jesús Tornero destaca que una combinación de naproxeno y esomeprazol favorece además la adherencia al tratamiento.

“Se prevé que un 27 por ciento de los pacientes que se deberían gastroproteger no lo hacen. Incluso a los que se le indica la gastroprotección con un antiinflamatorio, en el 37 por ciento la adherencia no es la adecuada”, expone el especialista.

Esplugues especifica que en ocasiones la administración de IBP no es costoefectiva. “Hay un uso excesivo de IBP en situaciones donde no es necesario y ahí es donde hay que buscar el ahorro”, destaca.

Esplugues recomienda no incluir el diclofenaco en el algoritmo de artrosis

La combinación de naproxeno y esomeprazol favorece la adherencia