FRANCISCO ROSA Madrid | viernes, 05 de diciembre de 2014 h |

La filial española de Sanofi Pasteur-MSD celebró la semana pasada el XX aniversario de la creación de la compañía, y en el acto participaron algunos expertos coincidentes con su visión de que es preciso un mayor reconocimiento, en términos presupuestarios, del valor que aportan las vacunas a la sociedad y, más concretamente, al sistema sanitario.

Un valor que para el director general de Sanofi Pasteur-MSD en España, Ricardo Brage, es triple. Así, en primer lugar, destacó el valor clínico de unos productos que han contribuido a la erradicación de enfermedades como la viruela o la polio, así como la reducción, por ejemplo, de los tumores asociados al virus del papiloma humano (VPH). Por otro lado, resaltó su valor económico, expresado en esta ocasión en los ahorros que generan para el sistema. “Por cada euro invertido en vacunas se obtienen entre cuatro y cinco euros de ahorro directo y 17 indirecto”, subrayó Brage, que hizo también alusión al hecho de que las vacunas “ayudan a mantener a la población activa” y, por ende, “inciden positivamente en la productividad”.

Por otro lado, Brage también hizo alusión al valor social de estos productos, como “el que se consigue a través la reducción del riesgo de infertilidad en las mujeres con VPH, o en el caso de la gente que puede disfrutar de un envejecimiento activo” y puede contribuir a los cuidados familiares.

Resumida la aportación que hacen, Brage opinó que esta debería tenerse en cuenta en el presupuesto, de forma que se reconozca adecuadamente la innovación en vacunas y esta pueda incorporarse al SNS. A este respecto, el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, Ángel Gil, fue más allá, y pidió más recursos públicos para poder aumentar la investigación en este ámbito. “El objetivo de este país debería ser el de liderar la investigación y buscar partenariados público-privados para los posteriores desarrollos de los productos”, reclamó durante el acto.

A día de hoy, todos estos retos parecen inalcanzables para el ex ministro de Sanidad Julián García Vargas, que tiene clara la necesidad de un cambio de rumbo. En su opinión, la apuesta por la prevención requiere de “una Estrategia Nacional de Salud que ponga el énfasis en los retos y analice las capacidades para conseguirlos”. De esta manera, piensa, se le podría otorgar una cierta prioridad presupuestaria.