l Planteará un techo máximo de 62 horas semanales para garantizar la seguridad del paciente

l Considera inasumibles la guardia inactiva y un descanso compensatorio diferido

| 2011-01-21T15:49:00+01:00 h |

Después de dejar la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), Carlos Amaya finalmente mantendrá su cargo de vicepresidente primero de la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS) hasta octubre de 2012. Así lo ha acordado el comité ejecutivo de la federación tras una reciente reunión mantenida en París. Con esta decisión, la organización europea viene a reconocer los 16 años de trabajo del neurocirujano español en defensa de los intereses de los médicos europeos.

josé García

Madrid

La Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS) va a proponer que sea la negociación colectiva con los agentes sociales de cada país quien determine la cláusula del opting-out —la posibilidad de trabajar más de 48 horas semanales— ante la inminente revisión que va a realizar el Parlamento Europeo de la directiva de tiempo de trabajo, tal y como ha avanzado a GACETA MÉDICA Carlos Amaya, vicepresidente primero de la federación.

Además, ante el apoyo de determinados colectivos como los médicos residentes de trabajar más de 48 horas “por razones económicas o por cualquier otro motivo”, la FEMS va a proponer un techo máximo de 62 horas en la jornada laboral semanal del médico y un umbral mínimo de 48 de horas en el contexto de esa posible regulación del opting-out. “El objetivo de poner un tope no es otro que garantizar la seguridad de los pacientes. Hay países como Polonia donde los médicos están trabajando por encima de las 70 horas y eso va en contra de la propia seguridad de los pacientes”, explica Amaya.

La próxima revisión de la directiva de tiempo de trabajo será uno de los temas prioritarios de la FEMS para los próximos meses. Según Amaya, el Parlamento Europeo lo ha vuelto a poner sobre la mesa y ha comenzado a hacer las consultas pertinentes con los agentes sociales.

Uno de los caballos de batalla con los que tendrá que lidiar la federación europea son las guardias inactivas que, desde la FEMS, consideran “inaudito”. “No puedes estar en una jornada laboral y que sólo cuente como tiempo trabajo cuando tienes actividad”, recrimina Amaya, que apunta a un posible “enfoque económico” la nueva revisión de la directiva europea. “Si un médico, ya sea funcionario, estatutario o laboral, tiene en su contrato incluidas las guardias y se recoge que sólo te retribuirán aquellos momentos en los que tengas actividad, ahí ya está implícitamente la guardia inactiva. Y ya no sólo está en riesgo la calidad de la asistencia, sino la seguridad de los pacientes, que es lo más importante”, explica.

Otra arista de la directiva que se quiere incluir y que también es inasumible es lo relativo al descanso compensatorio después de una guardia. “Se quiere diferir, es decir, que un médico, por ejemplo, haga una guardia un lunes, y le den de descanso un jueves, mientras que lo normal es descansar inmediatamente después”, reclama Carlos Amaya.

Otras de las directivas en las que se volcará la FEMS es la relativa al reconocimiento de la cualificación profesional y a la asistencia transfronteriza. Asimismo, también trabajará para lograr a medio plazo que una “única voz” defienda los intereses de los dos millones de médicos europeos.