Que la cronicidad está cambiando el abordaje asistencial de los pacientes ya no es una novedad, lo que sí está resultando llamativo es que a pesar de que todos los esfuerzos se centran en el empoderamiento del paciente, la realidad es que falta todavía voluntad para consolidarlo. En este sentido, los farmacéuticos están cada vez más convencidos de que pueden asumir el liderazgo en la implementación de esta nueva visión y en la educación interprofesional. Esta fue una de las conclusiones del 21 Congreso de la Asociación Europea de Farmacia Hospitalaria (EAHP, por sus siglas en inglés).
Joan Peppard, presidenta de la EAHP, destaca a GM que el papel del farmacéutico del hospital está evolucionando, ya no sólo en el asesoramiento a los pacientes y profesionales sanitarios en todos los aspectos del uso de medicamentos, sino a la hora de “asegurar los últimos avances en el tratamiento de la medicina”. En este sentido, recuerda que el reto de la especialidad se está centrando en la educación y en la formación de pacientes y profesionales, así como en desbloquear las barreras en el acceso del farmacéutico del hospital a la historia clínica, uno de los principales escollos a los que se enfrentan estos profesionales. Como recuerda Peppard existen muchas barreras legales, dependiendo de cada país, que impiden a los farmacéuticos tener acceso al historial. En este aspecto, Europa hace una llamada de atención a las administraciones y gobiernos poniendo énfasis en que “si la atención sanitaria se debe centrar en el paciente se tienen que poner a disposición de los farmacéuticos las herramientas para conseguirlo”, explica, al tiempo que recuerda que es imprescindible para garantizar la seguridad asistencial. También asegura que la receta electrónica es una ayuda, pero en lo que respecta a la farmacoterapia, el sistema debería solventar algunas carencias, como contemplar la automedicación del paciente.
Siguiendo el hilo conductor del encuentro, el empoderamiento del paciente e impulsar la interrelación con los pacientes es una de las prioridades de la EAHP. Para Peppard queda todavía mucho margen de mejora en este sentido, pero un buen modo de comenzar a ‘desenfriar’ esta relación es la creación de foros de intercambio de información bidireccional para permitir a los farmacéuticos mejorar la autogestión y autonomía en la toma de decisiones.
Formación
En esta línea, la variabilidad en el desarrollo profesional que existe en Europa es otra de las preocupaciones. Deberían establecerse planes docentes comunes en todos los estados. El objetivo es crear un marco común de formación para toda la FH a nivel de competencias, habilidades y actitudes de los farmacéuticos en la práctica clínica. “Los esfuerzos se alinean en mejorar la seguridad y la equidad y el modo de lograrlo es asegurando una formación homogénea”, apunta.
Abordaje integral
Esta formación debería pasar también por fomentar la cooperación entre atención primaria y farmacia hospitalaria. Una de las tareas marcadas en las agendas de los sistemas sanitarios y en la que España lleva la delantera. La experta recuerda que “los farmacéuticos deberían promover la continuidad asistencial en lo relativo a la conciliación de medicamentos cada vez que los pacientes se mueven entre las diferentes áreas”. En este sentido, existe un especial interés por mejorar la comunicación entre los niveles.Es cierto que hay limitaciones, en cuanto al tiempo que tienen estos profesionales y la multitud de tareas, pero ése debe ser el camino.
Por último, las inequidades en el acceso a las innovaciones no han pasado por alto en esta edición. A juicio de Peppard es incuestionable el papel del farmacéutico de hospital. “Cuando se trata de evaluar la eficacia de los medicamentos, la pericia del farmacéutico tiene mucho que ofrecer”. A su juicio, los farmacéuticos deben involucrarse en este proceso, ya no sólo a nivel hospitalario, sino también de cara a las autoridades. “Los farmacéuticos son una fuente fiable de información sobre los medicamentos, y una fuente de gran necesidad cuando se trata de la introducción de nuevos fármacos en el mercado”, insiste.
‘Los farmacéuticos del hospital deben tomar la iniciativa – asociaciones y tecnologías’ fue el lema que en esta edición acuñó el congreso de la asociación europea. Una nueva reunión que volvía a poner énfasis en el papel del farmacéutico de hospital frente al desafío del cambio tecnológico en la práctica clínica. A juicio de los expertos, el rol del profesional no es sólo usar estas nuevas tecnologías en las farmacias del hospital, sino también influir en la toma de decisiones. Por ello, establecer equipos multidisciplinares, y formar parte de los mismos es fundamental para formar a otros profesionales en el manejo de las nuevas tecnologías, así como involucrar a los pacientes también en este proceso. La base de todo es mejorar la información en los sistemas sanitarios. Que la información es poder es una realidad, y si se tiene en cuenta que el primer nivel donde va a parar la información sobre el tratamiento de un paciente es la farmacia hospitalaria, los esfuerzos se deben centrar en cómo canalizarla. Todo ello requiere de un abordaje multidisciplinar y de voluntad por parte de los clínicos. Los servicios de farmacia recogen y registran datos de suma importancia, relacionados con el cumplimiento, la seguridad, la aparición de reacciones adversas, y la evidencia demuestra que los errores de medicación relacionados con el hospital y el 20 por ciento de todos los eventos adversos de los medicamentos se han atribuido a una mala comunicación en las transiciones entre los niveles asistenciales.