Investigación

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| viernes, 29 de enero de 2010 h |

Redacción

Madrid

El Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CiberOBN), abre la posibilidad de nuevas estrategias terapéuticas basadas en la manipulación farmacológica de las kisspeptinas en niños obesos, con el objetivo de evitar la aparición precoz de la madurez sexual.

Para ello, el equipo coordinado por Manuel Tena Sempere, jefe de grupo adscrito al Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Universidad de Córdoba, centra sus estudios en esta familia de proteínas que actúan como elementos reguladores clave del eje reproductor. “Esta línea de investigación, desarrollada hasta ahora en modelos animales, constituye la etapa previa a la posible aplicación clínica de las kisspeptinas como blancos terapéuticos para corregir la fertilidad y las alteraciones pubertales del ser humano”, explica.

El proyecto busca conocer las repercusiones que éstas ejercen en fenómenos fisiológicos como la reproducción o el control de la ingesta, e identificar las bases por las que la obesidad infantil pudiera contribuir a que los niños, y especialmente las niñas, alcancen la pubertad a una edad cada vez más temprana. Fenómeno avalado por publicaciones recientes como un informe de la Universidad de Michigan que revela que las niñas obesas a los 3 años y que aumentan su peso durante los siguientes tres años, llegan a la pubertad a los 9 años.