VIH/SIDA/ Cataluña celebra el 25 aniversario de la primera terapia antirretroviral utilizada en la comunidad para hacer frente al sida

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Una de las ‘teóricamente factibles’ es aquella sin análogos de nucleósidos, y los mejores datos son los de lopinavir más efavirenz

Para tratar la coinfección VIH-HVC se están desarrollando inhibidores de la polimerasa del virus C, con mayor barrera genética

| 2011-04-01T17:43:00+02:00 h |

C. O./EP

Barcelona

A la espera del gran reto vacunal, el listón más alto que se puede exigir a la terapia antirretroviral (Targa) en la actualidad es una mejor tolerancia a largo plazo. Con este objetivo, una de las estrategias “teóricamente factibles” es aquella sin análogos de nucleósidos, como se trató durante el Simposio Internacional SIDA 2011 recientemente celebrado en Castelldefels (Barcelona).

Como explicó a GM Josep María Gatell, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas y VIH del Hospital Clínic de Barcelona, los mejores datos en este sentido corresponden a la combinación de lopinavir más efavirenz. “Otras más novedosas como lopinavir más raltegravir o darunavir más raltegravir están todavía en fase de investigación”, añadió.

El VIH y la coinfección por hepatitis C, cuya prevalencia oscila en España entre un 20 y un 50 por ciento de los casos, fue otro de los temas abordados en el encuentro. Gatell destacó que, aunque hoy en día sólo hay dos fármacos activos disponibles (interferón y ribavirina), se prevé que en los próximos meses se comercialicen dos inhibidores de la proteasa del virus C (telaprevir y boceprevir). Además, se están desarrollando inhibidores de la polimerasa del virus C “mucho más potentes y con mayor barrera genética” que podrían estar disponibles en dos o tres años.

Los expertos depositan esperanzas en estas novedades ya que actualmente los medicamentos existentes sólo son eficaces en el 50 por ciento de los casos, según afirmó Xavier Forns, médico consultor de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona y secretario de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH).

Por otro lado, los pacientes infectados por VIH envejecen entre 10 y 15 años de forma prematura, a pesar del tratamiento antirretroviral. Un hecho que, como apunta Gatell, hace que los enfermos se enfrenten cada vez más a complicaciones que no están relacionadas con la infección, como problemas cardiovasculares, cáncer y deterioro neuro-cognitivo.

Otra cuestión recalcada durante el simposio fue la “masculinización” de la enfermedad, ya que el 60 por ciento de los nuevos infectados son hombres. En España contraen el virus entre 3.000 y 4.000 personas cada año, una cifra que no varía demasiado. Ahora bien, los expertos hacen hincapié en dos grupos numerosos que sobresalen, pues el 40 por ciento son varones homosexuales, y el mismo porcentaje, inmigrantes, que ya llegaron con la infección o la han contraído en nuestro país.

25 aniversario

La conselleria de Salut de la Generalitat catalana y tres hospitales (el de Bellvitge, el Clínic y el Germans Trias i Pujol) organizaron una jornada para conmemorar los 25 años de la primera terapia antirretroviral en la comunidad autonóma.

Según datos del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y Sida de Cataluña (CeeisCat), el 35,9 por ciento de los cerca de 16.600 casos de sida que se han detectado en la autonomía desde el descubrimiento de la infección en 1981 sobrevive en la actualidad.

Los casos de sida confirmados han mantenido una evolución descendente desde que en 1994 se alcanzara la cifra récord de 1.587 nuevos reportes confirmados de la enfermedad.

Desde 2001 son menos de 500 los casos que se producen, y el año pasado se registró un mínimo histórico con tan solo 118, según los datos del mismo informe.

En cualquier caso, si bien han disminuído los registros de sida, el número de nuevos diagnósticos de la infección se mantiene estable, por lo que los expertos insisten en que se baje la guardia, pues en España existen unas 140.000 personas infectadas.

Hoy, a pesar de que la crisis económica amenaza con afectar también al tratamiento antirretroviral, en el caso concreto de las combinaciones en un sólo comprimido, los expertos celebran el incesante avance que se ha logrado.

En 1981 se detectaron los primeros casos, aunque el estallido a escala pandémica no se produjo hasta 1986. En 1987 apareció el primer fármaco antirretroviral y en 1996 se conviritió la infección en crónica gracias a la llegada de los inhibidores de la proteasa. A partir de ahí, el progreso con nuevas familias de antirretrovirales de alta eficacia (Targa) ha logrado tocar techo en el control de la enfermedad.