r.C. Env. esp. Niza | viernes, 09 de mayo de 2014 h |

La estenosis intracraneal podría ser mejor predictora de eventos cardiovasculares futuros que la presencia de placas carotídeas o el espesor íntima-media carotídeo, según un estudio del Germans Trial i Pujol presentado en el Eurostroke. Con el objetivo de comprobar en personas sanas “si tener afectadas las arterias intracraneales por aterosclerosis suponía un riesgo mayor de eventos cardiovasculares”, señaló Juan Francisco Arenillas, actualmente jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico de Valladolid, el equipo del Germans Trias en el que él trabajaba decidió recurrir a un estudio de base poblacional ya existente, el Perart, para seleccionar una muestra final de 933 pacientes mayores de 50 años, con un Framingham superior a 10 y sin historia previa de eventos cardiacos o neurológicos, que pudiera validar su hipótesis.

Durante el reclutamiento, que duró de marzo de 2007 a junio de 2010, los individuos de la muestra fueron sometidos a una exhaustiva entrevista clínica que incluía también la realización de un doppler carotídeo y una batería de estudios neuropsicológicos, lo que ha permitido ahora, tras 1,7 años de seguimiento, obtener que el 23,7 por ciento de estas personas con estenosis intracraneal asintomática tuvieron algún tipo de evento cardiovascular y/o muerte vascular y que un 5 por ciento de ellas sufrieron un evento cardiovascular isquémico. Unos resultados que sugieren que la realización de un doppler y la identificación del riesgo cardiovascular con el test Framingham podría “evitar muchos ictus”, señaló Arenillas. El próximo paso es averiguar si la presencia de estenosis intracreaneal asintomática podría también predecir el riesgo de demencia por edemas vasculares cerebrales.