C. S. Madrid | viernes, 15 de enero de 2016 h |

España destaca por ser uno de los países en los que más se realizan las pruebas de determinación de mutación del EGFR antes de iniciar tratamientos, según pone de manifiesto el informe ‘Determinación de la mutación EGFR en cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) avanzado: Perspectivas y Retos’, elaborado por Boehringer Ingelheim.

No obstante, no son pocos los desafíos que hay pendientes. Ejemplo de ello, es la dificultad que hay en algunos casos para obtener los resultados a tiempo, ya que está demostrado que los tratamientos específicos del EGFR retrasan la progresión de la enfermedad en comparación con la quimioterapia.

“Respecto al cáncer de pulmón no microcítico uno de los grandes avances de los últimos años ha sido la disponibilidad de terapias dirigidas a esa mutacion”, afirma Natacha Bolaños, especialista en rehabilitación en cáncer y representante del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), quien precisa que estas nuevas opciones pueden sustituir a la quimioterapia y ofrecer además una mejora de la supervivencia y la calidad de vida durante el tratamiento.

Acerca de las dificultades de acceso, Bolaños indica que son necesarias muestras adecuadas de tejido tumoral y que se precisa que los resultados “lleguen a tiempo para poder tomar las decisiones en cuanto al tratamiento personalizado”.

Inequidades

“Algo que nos preocupa en relación con nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) es el tema de la equidad y lo que queremos es que a lo largo y ancho del territorio tengamos las mismas oportunidades tanto de acceso, como de disponibilidad de resultados en un tiempo eficaz para que estos sean vinculantes a la elección del tratamiento más beneficioso para el paciente”, subraya.

Otra de las asignaturas pendientes es que hay países, como por ejemplo Reino Unido e Italia, en donde a pesar de que se realizan las pruebas del EGFR, algunos pacientes inician el tratamiento en primera línea antes de que estén disponibles los resultados. Por lo que este no estará personalizado en función de su mutación. Mientras, en Alemania las dificultades se encuentran en la falta de reembolso de las pruebas de mutación que afecta a las tasas de realización de estas en pacientes hospitalizados y, en Estados Unidos, un porcentaje importante de las decisiones de tratamiento no se centran en el subtipo de mutación del EGFR.

“Si bien es cierto que España está bien posicionada respecto a otros países de Europa, pedimos que se garantice la equidad de acceso a la prueba y, una vez que el tratamiento se haya delimitado, que el paciente tenga acceso al mismo”, añade.

Finalmente, Bolaños concluye diciendo que los hospitales de menor tamaño son “los que lo han tenido más complicado”.