Para hacer frente a la crisis, todos los países de la Unión Europea han acometido a lo largo de estos años alguna medida de contención de precios de los medicamentos. Pero pocos las han mantenido. A día de hoy, España figura en un reducido grupo de siete estados en los que las medidas de austeridad han aconsejado mantener la congelación del precio de los medicamentos o bien llegar a acuerdos con la industria farmacéutica para conseguir menores precios, según un estudio elaborado en 25 países por Conférence Bleue, una red europea de asesores de la industria farmacéutica y sanitaria. Más aún, Héctor Jausàs y María Cedó, abogados del despacho Jausàs —socio español de Conférence Bleue— señalan que aunque las medidas llevadas a cabo en España (citan las reducciones generales de precios establecidas en 2010 y 2011) tenían un carácter transitorio para afrontar las dificultades financieras, “no hay una fecha prevista para revisarlas”.
Otros seis países han optado por mantener esta presión sobre los precios. Por un lado están los que, como España, no hablan de medidas encaminadas específicamente a congelar los precios, aunque el resultado final sea ese. Se trata, además, de medidas que tampoco tienen fecha prevista de revisión. En Reino Unido no se permiten incrementos de precios desde el 1 de diciembre de ocurran en el contexto de una “modulación neutral” de precios. En Finlandia, debido a la competencia causada por el sistema de precios de referencia se ha producido una bajada de todos los precios de los medicamentos.
Alemania y Dinamarca tampoco hablan de congelación, pero sí de medidas con fecha de caducidad. En Alemania se han prolongado hasta el 21 de diciembre de 2017 los descuentos del 16 por ciento que los distribuidores farmacéuticos están obligados a ofrecer desde 2010 sobre el precio final de los medicamentos. En Dinamarca, el acuerdo de reducciones de precios y de techos en los medicamentos de dispensación hospitalaria que la industria y la Administración firmaron en 2013 finalizará el 31 de diciembre de 2015.
Frente a estos dos grupos de países, solo Grecia y Portugal hablan de congelación. En el primer caso, desde el 15 de julio de 2014 “se pueden imponer congelaciones de precios en ciertas categorías de medicamentos”, con la posibilidad de solicitar al menos una revisión anual para comprobar si las condiciones macroeconómicas justifican su mantenimiento. El Gobierno portugués ha establecido en varios acuerdos anuales firmados desde 2012 con la industria farmacéutica el objetivo de congelar y estabilizar el gasto anual en medicamentos del sistema público de salud en un máximo de 2.000 millones de euros. Por ello, se aplica una “especial contribución a la industria farmacéutica” que obliga a devolver 160 millones de euros anuales al Estado y a los hospitales públicos.
El resto de países niega tener congelados los precios para ningún medicamento, aunque algunos reconocen haber tenido que recurrir a esta vía en algún momento. En Bélgica estuvo en vigor desde 1995 a 2005 y de nuevo en 2009 y 2010. Italia recurrió a ello en 2009. También en Irlanda se acordó una congelación general, salvo circunstancias excepcionales, que estuvo en vigor hasta el 1 de noviembre de 2014.
Nuevos esquemas de acceso
No es la única fotografía interesante que deja esta guía, cuyo objetivo es reflejar el panorama cambiante de los precios y reembolsos en la Unión Europea. Si pocos son los países que a día de hoy apuestan por la congelación de precios, menos aún son los que utilizan las nuevas fórmulas de financiación público-privada de los tratamientos innovadores. Los llamados acuerdos de riesgo compartido y otros esquemas de control de costes tan solo han encontrado eco en cinco países: España, Irlanda, Italia, Reino Unido y Portugal.
En España, los acuerdos de riesgo compartido han proliferado en los últimos meses a nivel regional y estatal para tratar la hepatitis y otras enfermedades graves, garantizando también un control en los costes. Según Héctor Jausàs, España se encuentra en un momento de transición en el que debe “refinar” su modelo de fijación de precios y reembolso para desarrollar plenamente las previsiones de la Ley de Garantías. “Por ello, no haría mal en fijarse en los modelos de los países de nuestro entorno”, añade.
Italia y Portugal emplean estos esquemas para determinados fármacos: Italia para huérfanos y oncológicos (se ha creado un registro para recabar información de la rentabilidad de los medicamentos incluidos en los acuerdos); Portugal también para VIH, diabetes, enfermedades reumatoides y otras patologías crónicas. Reino Unido e Irlanda, por su parte, son pioneros en este tipo de acuerdos. En Reino Unido son de aplicación nacional, pueden amparar descuentos confidenciales o acuerdos de resultados y no se limitan a clases particulares de medicamentos, si bien solo se dan en casos raros en atención primaria. En Irlanda se emplean para algunos tratamientos y son “relativamente transparentes”, un aspecto que contrasta con el modelo español, en el que los acuerdos son confidenciales, y sobre los que solo se ha podido conocer algunos detalles como respuesta a una campaña para concienciar sobre la necesidad de firmar este tipo de acuerdos.
Transparencia
No es la única mención a la opacidad de las decisiones españolas en materia de precios. En buena parte de los países de la Unión Europea, el nivel de razonamiento que la administración presenta como base para adoptar una decisión de reembolso es vista, en general, como suficiente por la industria.
En España, sin embargo, “el razonamiento proporcionado por las autoridades es normalmente escaso”, según el informe. Aún así (y al igual que sí ocurre en otros países) la industria farmacéutica no suele recurrir decisiones negativas, basándose en la percepción de que un tribunal no anularía una decisión adoptada por un cuerpo técnico, y sobre todo en una época de restricciones presupuestarias.
Las medidas de austeridad han aconsejado mantener
la congelación del precio
de los medicamentos
España se encuentra
en un momento de transición en el que debería fijarse en
los modelos de otros países