Redacción / Madrid | viernes, 25 de noviembre de 2011 h |

Guillermo Schwartz, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Tenerife

1.- Sí, la crisis nos está haciendo cambiar y, evidentemente, la ordenación farmacéutica va a cambiar. Si no cambia, el mercado la cambiará y, si la cambia el mercado, no habrá ordenación farmacéutica.

2.- No, lo que considero es que la oficina de farmacia se ha visto maltratada desde el punto de vista financiero con los impagos y todas las medidas de ahorro. Lo que ha demostrado esta crisis es que solo están sobreviviendo aquellas que se dimensionan de una manera diferente a como está ahora la oficina de farmacia. Esto nos lleva a pensar que la única manera de sobrevivir a la situación económica que vamos a tener va a ser la vía de la concentración. El farmacéutico no se puede permitir un riesgo financiero individual y contra su patrimonio. Hay que concentrar farmacias, no eliminar farmacéuticos.

3.- Habría que reconvertir determinadas farmacias en botiquines y habría que fusionar farmacias de grandes poblaciones en farmacias con mayor estructura y presencia de cara al público.

4.- Lo ha puesto y me atrevería a decir que está contribuyendo a hundirlo de una forma brutal.

5.- Imaginación, capacidad para crear nuevos servicios dentro de la farmacia; intentar que el medicamento no sea margen, sino que sea valor añadido; atraer al público que busca asesoramiento en salud no solo en medicamento, sino en otro tipo de producto… En definitiva, readaptar el farmacéutico del siglo XXI al nuevo contexto económico que viene.

Francisco Javier Guerrero, presidente de la Sociedad Española de Farmacéuticos Rurales

1.- Algunos cuestionan la capilaridad del sistema, pero entonces la duda no es si la ley necesita adaptación sino si su aplicación sigue siendo necesaria.

2.- La solución quizá no pasa por disminuir el número de boticas sino por hacer sostenible el modelo regulado. Lo que veo difícilmente justificable es disminuir el número de boticas manteniendo la regulación.

3.- Todo apunta a que podríamos ser las rurales. Se ha llegado a un punto en el que si otrora éramos los garantes del sistema capilar ahora, en un ejercicio de incoherencia, nos hemos convertido en un estorbo para sus planes de futuro.

4.- El binomio actual formado por el modelo de proximidad y accesibilidad y la retribución del mismo ya lo hacían inviable antes de la crisis, lo único que ha hecho esta es acelerar este proceso hasta el punto de que, a día de hoy, es insostenible. Este modelo necesita una profunda reestructuración que tendría que consensuarse entre pacientes, Administración, profesión y titulares afectados.

5.- La retribución de nuestro trabajo no puede estar ligada a un margen comercial. La solución más factible en el escenario económico actual pasaría por contemplar una transición a un sistema retributivo mixto con disminución del margen y reinversión de esta pérdida en una cartera básica de servicios comunes, estandarizados y protocolizados, retribuidos para todas las boticas.