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En estos momentos de dificultades económicas, optar por ser rigurosos en el posicionamiento terapéutico de los fármacos innovadores es una prioridad para el Servicio de Farmacia del Hospital Gregorio Marañón. De este modo, una de las funciones de los farmacéuticos de hospital es controlar realmente cómo aportan valor añadido frente a los fármacos ya disponibles y qué lugar ocupan los medicamentos innovadores.
Pregunta. La investigación en Farmacia Hospitalaria aporta calidad, eficiencia y eficacia al Sistema Nacional de Salud (SNS) ¿Cree que se debería potenciar más dentro del ámbito de Farmacia Hospitalaria? En este sentido, la investigación ¿mejora las actividades en una farmacia de un hospital?
R. La investigación es una de las áreas que más se está potenciando en los últimos años desde la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria. No obstante, aunque actualmente la mayoría de los servicios consideran la investigación como un eje estratégico de su trabajo, aún es necesario que se potencie y se haga extensiva a toda la FH española. Nuestro servicio está integrado, como grupo de investigación emergente dentro del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital General Universitario Gregorio Marañón. La investigación no sólo nos ayuda a obtener la máxima rentabilidad en términos de salud, sino que también nos permite aumentar la cartera de servicios e incrementar la motivación de los profesionales. La FH ofrece la posibilidad de trabajar en proyectos conjuntamente con otros profesionales, como infectólogos, cardiólogos, oncólogos, etcétera, lo que facilita promover cambios para la mejora de la práctica asistencial.
P. ¿Cuáles son los ámbitos habituales de investigación en el servicio de FH?
R. La mayoría de la investigación se centra en estudios de adherencia a guías de práctica clínica, estudios de efectividad de las innovaciones terapéuticas y análisis del impacto en seguridad de las nuevas tecnologías para la prescripción, elaboración, dispensación y administración de medicamentos. Actualmente, algunos servicios están abriendo líneas de investigación muy potentes relacionadas con la farmacogenética.
En nuestro caso, la actividad investigadora tiene dos vertientes claramente diferenciadas. Por un lado, una vertiente más aplicada, que incluye las líneas de atención farmacéutica y calidad en farmacoterapia, innovación y seguridad en el proceso de utilización del medicamento y competencia profesional. Por otro lado, otra vertiente más básica, que incluye otras tres líneas de investigación relacionadas con la Farmacogenética y la Nanomedicina.
P. ¿Se deberían financiar únicamente los fármacos que aporten innovación, y por tanto desinvertir en algunos medicamentos para invertir en otras alternativas con mejor perfil coste-efectividad?
R. Los fármacos innovadores incorporados al mercado en los últimos años —como los fármacos biotecnológicos— suponen un importante incremento en el gasto farmacéutico hospitalario, tanto por el número de indicaciones clínicas, cada vez más amplias, como por su precio unitario, en general muy elevado.
Para poder asumir el coste que suponen estas nuevas terapias tenemos que buscar la excelencia en la gestión farmacoterapéutica, maximizando la efectividad y la seguridad y minimizando los costes y, en definitiva, buscando la sostenibilidad. Para ello, es necesario establecer estrategias de mejora de la eficiencia en la utilización de medicamentos tales como políticas de equivalentes terapéuticos, acuerdos de riesgo compartido o el establecimiento de iniciativas de desinversión terapéutica en aquellas situaciones en las que el fármaco aporta poco o ningún valor añadido.
Dada la coyuntura económica actual, las autoridades sanitarias deben valorar cuidadosamente la financiación de los medicamentos y priorizar los que mayor beneficio aporten, siempre siguiendo criterios objetivos que aseguren equidad y transparencia.
P. Recientemente comentó que la atención sanitaria está descoordinada, ¿cuál sería la solución?
R. No podemos seguir trabajando en mundos separados, necesitamos el abordaje coordinado de la enfermedad, fundamentado en la evidencia científica disponible y estructurado en torno a protocolos de actuación conjunta, con vías de comunicación e información claramente establecidas. Para ello, es necesario realizar cambios en la estructura organizativa del sistema sanitario actual, al objeto de mejorar la coordinación entre niveles asistenciales, situando al paciente en el centro del sistema y garantizando su continuidad asistencial.
La gestión del medicamento entre niveles puede ser un elemento integrador clínico y económico, clave para garantizar una prestación farmacéutica efectiva, segura y eficiente. Por tanto, es imprescindible establecer guías de práctica clínica consensuadas entre niveles asistenciales, y disponer de una historia clínica electrónica única y de un sistema de prescripción electrónica común e interoperable, con elementos de ayuda a la toma de decisiones.
P. ¿Qué particularidades tiene el servicio con respecto a otros centros de la Comunidad de Madrid?
R. Nuestro servicio siempre apostó por la automatización de la dispensación, concretamente por la sustitución de la tradicional dispensación en dosis unitaria por la prescripción electrónica asistida ligada a los sistemas automatizados de dispensación. Actualmente el hospital cuenta con más de 1000 camas con prescripción y dispensación automatizada, y desde el año 2010 también se han automatizado estos procesos para el 100 por ciento de los pacientes externos.
Desde 2009 nuestro servicio cuenta, además, con una unidad interna para la gestión de esta innovación, que abarca cuatro ámbitos principales como la innovación farmacoterapéutica, innovación en servicios, innovación tecnológica e innovación en Sistemas de Información.
P. ¿Cómo ve el futuro de la Farmacia Hospitalaria?
R. Los farmacéuticos de hospital, como profesionales sanitarios, tenemos la misión de contribuir a mejorar la salud y calidad de vida de la población mediante una farmacoterapia efectiva, segura y eficiente, en un marco de asistencia integral y continua. Para ello tenemos que apostar por la integración de cuidados farmacéuticos, por una atención centrada en el paciente. De esta manera, trabajando conjuntamente con los farmacéuticos de Atención Primaria y comunitarios podemos ser una ayuda inestimable en la adecuación de los tratamientos a la evidencia científica y a las características individuales de los pacientes, mejorando la seguridad y la adherencia a los tratamientos. Así, como integrantes del equipo de salud, tenemos que adquirir mayor responsabilidad en la toma de decisiones, tanto clínicas como de gestión, que repercutirán favorablemente en el cuidado de los pacientes y en los costes asociados. La mejora de la calidad y la eficiencia en la utilización de los medicamentos seguirá siendo uno de los principales retos de los servicios de FH.
“Los fármacos innovadores suponen un importante incremento en el gasto farmacéutico hospitalario”
“Las autoridades sanitarias deben valorar la financiación de los medicamentos y priorizar”