Según datos del estudio EPI-SCAN (2007) un 10,2 por ciento de españoles de entre 40 y 80 años presenta enfermedad obstructiva crónica (EPOC). Una enfermedad más frecuente en varones (15 por ciento frente al 5,7 por ciento en mujeres).
Según el jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario La Princesa, Julio Ancochea, el comité científico del EPI-SCAN 2 ya ha empezado a reunirse para que a finales de 2016 o principios de 2017, se cuente con nuevos datos epidemiológicos sobre esta enfermedad.
“Esto nos permitirá valorar de alguna manera el impacto que las leyes antitabaco han tenido en la prevalencia de la EPOC y si esa prevalencia sigue o no incrementándose en la mujer”, indica el experto, quien reitera que es necesario detectar antes la enfermedad, ya que anualmente mueren unas 18.000 personas en España y el impacto económico que tiene la enfermdad se traduce en cerca de un 0,2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
Opciones disponibles
La manera de atajar la EPOC es con broncodilatadores y antiinflamatorios. “La acción de los broncodilatadores es la opción más clara y mejor estudiada que sirve para todo tipo de pacientes”, asegura Marc Miravitlles, neumólogo del Hospital Vall d’Hebron.
Ahora, en España, los pacientes pueden beneficiarse de la combinación de tiotropio, el broncodilatador anticolinérgico de acción prolongada (LAMA), y olodaterol, el beta-adrenérgico de acción prolongada (LABA), comercializada por Boehringer Ingelheim como Spiolto, la cual “ha conseguido mejorar todavía más los resultados que se obtenían antes con tiotropio”, añade el especialista haciendo referencia a los datos que se extraen de los estudios clínicos Tonado 1 y 2 —ambos, incluidos en el programa de ensayos clínicos TOviTO—, en los que han participado más de 5.000 pacientes.
Los resultados demuestran que el tratamiento de combinación con tiotropio y olodaterol mejora significativamente los resultados de los pacientes tratados anteriormente con monoterapia.
“No solo mejora la broncodilatación, la disnea, la capacidad de ejercicio, la calidad de vida, etc., sino que esperamos que sirva para reducir las agudizaciones”, puntualiza Miravitlles, al tiempo que explica que su perfil de seguridad es “muy favorable y que no difiere al de los fármacos por separado, además de no incrementar el riesgo de efectos secundarios respecto a las monoterapias”.
Aunque son tratamientos inhalados permiten una acción tópica “muy intensa pero con poca absorción sistémica”, asegura el experto, quien concluye reiterando “su gran eficacia en la reducción de la hiperinsuflación y la mejora de todos los parámetros que habitualmente se miden en la EPOC”.