Las cosas se van ciñendo a la normalidad de lo previsto por las coordenadas de lo más razonable. Los resultados de un estudio fase 3 han puesto de manifiesto que Lyrica (pregabalina, de la compañía biomédica Pfizer que dirige Elvira Sanz) es tan eficaz como levetiracetam como terapia adyuvante en pacientes adultos con epilepsia que experimentan crisis epilépticas de inicio parcial.
Los resultados indican que el estudio cumplió con su objetivo primario al demostrar que una proporción similar de pacientes tratados con pregabalina alcanzó, al menos, una reducción del 50 por ciento en la tasa de ataques en el día 28 durante la fase de mantenimiento en relación con levetiracetam.
En esa línea de lo razonable se inscribe también la firma del acuerdo de colaboración entre Janssen y la Consejería de Salud Catalana. Se trata de prevenir la Hepatitis C. Ambas instituciones han firmado un convenio de colaboración para desarrollar una serie de proyectos dirigidos a concienciar sobre la hepatitis C, prevenir las infecciones por el VHC y mejorar la calidad asistencial en el tratamiento. El proyecto se enmarca dentro del denominado Plan “Conoces” (Conocer la Hepatitis C en España), impulsado por Janssen, y cuya ejecución en Cataluña se vehiculará a través de la estrategia de seguridad de los pacientes elaborada por la Consejería de Salud catalana. La iniciativa está formada por tres planes que se desarrollarán durante este año y el que viene, y están basados en actividades informativas y de formación. Para 2013 el objetivo es culminar las dos primeras iniciativas propuestas, que consisten en adoptar medidas que mejoren la calidad asistencial del paciente con hepatitis C crónica y la implantación de los mecanismos de seguridad para prevenir y reducir las vías de infección nosocomial del virus C.
Al acto de la firma del convenio asistieron Martín Sellés, presidente y consejero delegado de Janssen; el consejero Boi Ruiz; el responsable de Planificación, Carlos Constante; Neus Rams, de Farmacia; y el jefe de Gabinete, Jaume Tort.
Hablando de la Cataluña de Artur Mas me viene a la memoria lo leído sobre recortes y limitaciones. Cada cual tiene su modelo y su fórmula, y tanto unos como otros, de eso estoy absolutamente seguro, busca lo mejor para sacar adelante a los pueblos que atienden en la gestión de lo más sublime de lo público, nuestra salud.
Se me ocurre esta reflexión para matizar que los últimos movimientos políticos de calado en el ámbito sanitario de la Comunidad de Madrid conducidos por el presidente Ignacio González y elaborados por el noble, honesto y eficaz consejero Javier Fernández-Lasquetty han pegado un vuelco a la Sanidad Pública. Quiero analizar lo sustancial y separar la paja del grano. Aún no se han cumplido seis meses desde que Ignacio González fuera elegido como cuarto presidente en sustitución de Esperanza Aguirre. En puridad los que continúan en la responsabilidad política a alguien que ha marcado un camino, siguen su trayecto y culminan, en el caso de que sea menester, los objetivos planificados. La Sanidad y la crisis económica, o sea el Estado del Bienestar y por contra la necesaria sostenibilidad han llevado al presidente González a trabajar con determinación, firmeza, fortaleza y esmero sin que se le haya movido un músculo a pesar de haber padecido por este asunto adversidades de todo tipo y condición. Apostó desde el primer momento por la “reforma del modelo” y en vez de cerrar quirófanos, hospitales y sacar la tijera, la escuadra y el cartabón como hizo el consejero Boi Ruiz en Cataluña, ha preferido “marcar un camino”. Mejor aún, su camino, y ha preferido la reforma a los recortes. Y en esa línea no piensa permitir que los hospitales tengan la cartera de servicios que quieran tener sino la que dispensan y ostentan ahora. Así podrá leerse en los pliegos de los concursos próximos en los que esos mismos hospitales referentes en la Comunidad tampoco van a perder la docencia. Se trata de reformas de gestión para que las cualidades de asistencia, docencia e investigación se mantengan donde están. O sea, como recordaba el escritor italiano Giuseppe Tomasi di Lampedusa en su única novela, ‘El gatopardo’, que define el cinismo político de la manera más audaz. Por entonces, los partidarios del Régimen se amoldaron a la Revolución para usarla en beneficio propio. De ahí nace el gatopardismo, que no es otra cosa “que todo cambie para que todo siga igual”. Seguro.
Se celebró el Día Mundial del Riñón, que bajo el lema “riñones para vivir” se centró en el daño renal agudo. Entre el 25 y el 30 por ciento de los casos de esta enfermedad son debidos a la prescripción de algunos medicamentos o medios diagnósticos. La población de riesgo la constituyen diabéticos, hipertensos, personas con enfermedades hematológicas como el mieloma y pacientes con insuficiencia cardíaca, daño vascular o síndrome cardio-renal. Las tres sociedades de médicos de Atención Primaria españolas señalan como fundamental la detección precoz.