José A. Rodríguez Barcelona | viernes, 24 de junio de 2016 h |

Muchas vueltas ha dado la vida de Manel Ribas, traumatólogo que, cuando acabó de estudiar la especialidad, se ganó la ídem como músico. Su mujer aún le dice que hubiera sido más feliz con el bajo y tocando de concierto en concierto que con el bisturí. Él no lo tiene tan claro. En todo caso, aplica a la traumatología la misma motivación que le animó en el mundo de la música: la pasión por innovar.

Pregunta. Si te parece bien, empecemos por el principio… Tu vida cosmopolita viene ya desde la cuna.

Respuesta. Pues sí, yo crecí en tres lenguas, por decirlo así, que son el castellano, el catalán y el italiano, porque mi abuela era italiana.

P. Y ¿qué deseo surgió primero: el de la música o el de la medicina?

R. En realidad a mí siempre me ha movido el anhelo de innovar. Por eso me ha interesado tanto la música como la medicina. Yo estudié la carrera de medicina pero también estudié la carrera de música. Toco cuatro instrumentos, y en la banda de rock que monté tocaba el bajo.

P. El nombre de la banda ya parece reflejar tu espíritu tan inquieto…

R. Pues sí, la banda se llamaba Ipso Facto.

P. Y si fisgoneamos en Internet, ¿qué canciones conocidas podemos encontrar?

R. Lo que puedes encontrar seguro son algunos temas que hice por encargo; en concreto, las melodías de la Vuelta a España del año 1988 y 1989.

P. Pues serían melodías muy conocidas, porque en esa época medio país se pasaba las sobremesas veraniegas viendo a Perico Delgado y Miguel Induráin dándole al pedal… ¿Te ha perseguido la fama como médico?

R. A veces, cuando pasaba consulta, algún paciente me veía en un videoclip en televisión, y la verdad es que alucinaba bastante…

P. ¿Qué tipo de música hacía Ipso Facto?

R. Podríamos denominarlo rock sinfónico, pero nunca quisimos encasillarnos en un estilo en concreto. Algunos de nuestros temas llegaron a estar en las listas de los 40 Princiaples, hacíamos giras, tocábamos junto a otros grupos muy conocidos…

P. ¿Y por qué un músico que siempre había querido serlo se apea de su sueño cuando este ya es una realidad?

R. Porque me di cuenta de que la vida de músico no es tan bonita como me parecía. No me gustaba vida tan y tan trashumante que implica ser músico. Me di cuenta de que era mucho más esclava de lo que yo pensaba, si es que quieres hacerlo bien. Yo sigo tocando porque me gusta. Y por eso me dedicaba a la música. No me gustaba tocar temas de otros. Además, decían que hacíamos una música demasiado complicada, que era música para músicos. Pero sigo tocando en casa por puro placer, tengo una colección de teclados que asusta…

P. Debes de tener varios genes relacionados con la inquietud y las ganas de hacer cosas nuevas…

R. Pues sí. Parte de mi formación la realicé con el doctor Miguel Cabanela, cirujano que operó al Rey Juan Carlos, y también me he formado en centros de Viena, Dortmund, Hamburgo y Chicago. Y fruto de toda esa experiencia con los mejores y en el exterior, introduje en España en el año 2003 una técnica mínimamente invasiva asistida por artroscopia en el tratamiento de la displasia de cadera. En lugar del abordaje tradicional, con esta aproximación los pacientes sangran muy poco y en 48 horas ya pueden caminar.

P. Y, aparte de su trabajo como cirujano y de tus ratos con el bajo, aún tienes tiempo para organizar congresos…

R. Pues sí, porque acabo de organizar el primer congreso europeo de patología de cadera en el deportista. La siguiente edición será en el año 2018. Hasta ahora, nunca se había organizado un congreso de cadera en el deportista, como si este problema no existiese. En el año 2006 operé a un deportista profesional que estaba a punto de retirarse y le arreglé las dos caderas. Soy una persona muy inquieta y no me gusta dormirme en los laureles.

Muchas vueltas ha dado la vida de Manel Ribas, traumatólogo que, cuando acabó de estudiar la especialidad, se ganó la ídem como músico. Su mujer aún le dice que hubiera sido más feliz con el bajo y tocando de concierto en concierto que con el bisturí. Él no lo tiene tan claro. En todo caso, aplica a la traumatología la misma motivación que le animó en el mundo de la música: la pasión por innovar.

Pregunta. Si te parece bien, empecemos por el principio… Tu vida cosmopolita viene ya desde la cuna.

Respuesta. Pues sí, yo crecí en tres lenguas, por decirlo así, que son el castellano, el catalán y el italiano, porque mi abuela era italiana.

P. Y ¿qué deseo surgió primero: el de la música o el de la medicina?

R. En realidad a mí siempre me ha movido el anhelo de innovar. Por eso me ha interesado tanto la música como la medicina. Yo estudié la carrera de medicina pero también estudié la carrera de música. Toco cuatro instrumentos, y en la banda de rock que monté tocaba el bajo.

P. El nombre de la banda ya parece reflejar tu espíritu tan inquieto…

R. Pues sí, la banda se llamaba Ipso Facto.

P. Y si fisgoneamos en internet, ¿qué canciones conocidas podemos encontrar?

R. Lo que puedes encontrar seguro son algunos temas que hice por encargo; en concreto, las melodías de la Vuelta a España del año 1988 y 1989.

P. Pues serían melodías muy conocidas, porque en esa época medio país se pasaba las sobremesas veraniegas viendo a Perico Delgado y Miguel Induráin dándole al pedal… ¿Te ha perseguido la fama como médico?

R. A veces, cuando pasaba consulta, algún paciente me veía en un videoclip en televisión, y la verdad es que alucinaba bastante…

P. ¿Qué tipo de música hacía Ipso Facto?

R. Podríamos denominarlo rock sinfónico, pero nunca quisimos encasillarnos en un estilo en concreto. Algunos de nuestros temas llegaron a estar en las listas de los 40 Principales, hacíamos giras, tocábamos junto a otros grupos muy conocidos…

P. ¿Y por qué un músico que siempre había querido serlo se apea de su sueño cuando este ya es una realidad?

R. Porque me di cuenta de que la vida de músico no es tan bonita como me parecía. No me gustaba la vida tan y tan trashumante que implica ser músico. Me di cuenta de que era mucho más esclava de lo que yo pensaba, si es que quieres hacerlo bien. Yo sigo tocando porque me gusta. Y por eso me dedicaba a la música. No me gustaba tocar temas de otros. Además, decían que hacíamos una música demasiado complicada, que era música para músicos. Pero sigo tocando en casa por puro placer, tengo una colección de teclados que asusta…

P. Debes de tener varios genes relacionados con la inquietud y las ganas de hacer cosas nuevas…

R. Pues sí. Parte de mi formación la realicé con el doctor Miguel Cabanela, cirujano que operó al Rey Juan Carlos, y también me he formado en centros de Viena, Dortmund, Hamburgo y Chicago. Y fruto de toda esa experiencia con los mejores y en el exterior, introduje en España en el año 2003 una técnica mínimamente invasiva asistida por artroscopia en el tratamiento de la displasia de cadera. En lugar del abordaje tradicional, con esta aproximación los pacientes sangran muy poco y en 48 horas ya pueden caminar.

P. Y, aparte de tu trabajo como cirujano y de tus ratos con el bajo, aún tienes tiempo para organizar congresos…

R. Pues sí, porque acabo de organizar el primer congreso europeo de patología de cadera en el deportista. La siguiente edición será en el año 2018. Hasta ahora, nunca se había organizado un congreso de cadera en el deportista, como si este problema no existiese. En el año 2006 operé a un deportista profesional que estaba a punto de retirarse y le arreglé las dos caderas. Soy una persona muy inquieta y no me gusta dormirme en los laureles.

¿Un cantante o un grupo de música que sea tu favorito? Pues la verdad es que realmente me costaría mucho escoger sólo uno. Me gusta toda la música que sea buena. Me gusta Rachmaninov, me gusta Dvorak…

¿Te gusta viajar? La verdad es que no soy muy amigo de viajar, pero, en cambio, debido a mi trabajo, viajo mucho. Soy miembro del Comité Científico de la Sociedad Europea de Cadera y también viajo para operar. Por ejemplo, la semana pasada operé en Bolonia.

¿Una ciudad de las muchas que has visitado? Me quedo con Viena, en la que viví seis meses de joven.

¿Un cantante o un grupo de música que sea tu favorito? Pues la verdad es que realmente me costaría mucho escoger sólo uno. Me gusta toda la música que sea buena. Me gusta Rachmaninov, me gusta Dvorak…

¿Te gusta viajar? La verdad es que no soy muy amigo de viajar, pero, en cambio, debido a mi trabajo, viajo mucho. Soy miembro del Comité Científico de la Sociedad Europea de Cadera y también viajo para operar. Por ejemplo, la semana pasada operé en Bolonia.

¿Una ciudad de las muchas que has visitado? Me quedo con Viena, en la que viví seis meses de joven.