Cardiología
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C.O.
Barcelona
Los individuos menores de 55 años que consumen cocaína presentan un riesgo cuatro veces mayor del habitual de sufrir un infarto de miocardio. Así lo confirma un reciente estudio del Hospital Clínic de Barcelona, que ha despertado la alarma de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), y exige que sea un factor más considerado a la hora de hacer un diagnóstico.
Tras evaluar a las 3.363 personas que fueron atendidas en este centro durante un año, contabilizaron que el 16 por ciento de los pacientes que llegaron con dolor torácico tras haber consumido cocaína padecieron un infarto. Además, la probabilidad de tener un episodio cardiovascular se multiplica por 24 durante la primera hora tras el consumo de este estupefaciente.
Infarto más mortal
Por su parte, un trabajo del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, que recogió las cifras de ingresos en la Unidad Coronaria entre 2001 y 2008, revela que casi se ha triplicado la proporción de personas de hasta 50 años que refieren haber consumido esta droga—del 6,8 al 21,7 por ciento—. Los resultados se publican online en el European Heart Journal. En concreto, uno de cada cuatro pacientes menores de 30 años con infarto o angina de pecho es consumidor de cocaína. También han concluido que en estas personas el evento afecta a más parte del tejido cardiaco y, por tanto, son más mortales durante el ingreso. La tasa de muerte es del 0,8 por ciento entre no consumidores, frente a un 8,3 por ciento en los adictos.