Almudena Fernández Madrid | miércoles, 01 de abril de 2015 h |

A Andrés Íñiguez podemos presentarlo como actual presidente de Formación de la SEC o como futuro presidente de la sociedad. Un próximo reto con el que se le percibe tranquilo, como cuando coge los palos. La tranquilidad que supone que esa ‘bola’, que es su carrera profesional, siga transitando por la ‘calle’ buena.

Pregunta. ¿Tu trayectoria profesional va por buen ‘curso’?

Respuesta. Ya me gustaría a mí saberlo… Yo estoy muy a gusto con lo que he hecho y, desde luego, creo que he quemado etapas muy diferentes en mi trayectoria profesional. He trabajado en el Hospital Clínico de Madrid, en la Fundación Jiménez Díaz y ahora estoy en Vigo. Han sido tres etapas muy diferentes pero muy enriquecedoras.

P. ¿La formación tiene premio?

R. Es un requisito ‘sine qua non’ en el avatar profesional de los médicos. La medicina necesita formación continua y el avance del conocimiento es tal que incluso con ella te quedas atrás en determinadas áreas y te tienes que especializar, es imposible abarcarlo todo.

P. Como aficionado a la lectura, ¿has buscado ya el libro ‘Aprender a ser presidente en seis meses’ en las librerías ?

R. No me ha preocupado, suelo leer otras cosas, no libros de autoayuda.

P. Si se pusiesen ‘negro sobre blanco’ los avances de la cardiología en los últimos años, ¿qué capítulos crees que estarían todavía en blanco?

R. Se puede mejorar en muchas líneas pero si tuviese que elegir alguna sería el aumento de la calidad y de la eficiencia en los servicios de cardiología.

P. Practicas golf y dicen que es un deporte que relaja, ¿cómo cardiólogo lo consideras una autoprescripción?

R. Me lo autoprescribo porque no he sido un gran deportista y es el único deporte que me ha enganchado, aún así, tampoco lo practico todos los días. Tengo la suerte de que hay un campo cortito de nueve hoyos a cinco minutos del hospital y cuando puedo dedico dos horas a jugar. Es muy recomendable por lo que decía Nietzsche de que los mejores pensamientos son los paseados, además, uno compite consigo mismo, que siempre es un estímulo.

P. ¿Y no piensas prescribírselo a tus pacientes?

R. Sí, el problema es que les puede o no gustar. Les prescribo que caminen al menos 45 minutos todos los días, con golf, con senderismo, por la calle…

P. Practicas golf si la autoridad y el tiempo de Vigo no lo impiden, ¿no?

R. En Vigo hace mejor tiempo del que parece, es muy cambiante pero hay muchas horas de sol y de buen tiempo. Parafraseando el símil de los toros, con el golf el problema es que a veces tienes más voluntad que acierto, como el torero.

P. ¿El descenso de la mortalidad es el eagle de la cardiología?

R. Estamos dando un falso mensaje. Durante las últimas décadas la mortalidad cardiovascular ha ido descendiendo, pero la prevalencia de enfermedad sigue aumentando, por lo que algo no estamos haciendo bien.

P. ¿El tiempo que te queda antes de presidir la SEC se va a hacer más largo que un buen swing?

R. No, se me va a hacer muy corto porque el tiempo pasa mucho más rápido de lo que uno piensa.

P. No podía terminar la entrevista sin preguntarte, como hice al actual presidente de la SEC, si actúa más con el corazón o con la cabeza…

R. Yo actúo más con la cabeza, intento meditar las decisiones y no dejarme llevar por las emociones. La vida profesional requiere una reflexión que en la personal no siempre somos capaces de hacer.

Si plasmases tu vida en un libro, ¿de qué género sería? La vida es una mezcla de géneros, hay momentos que los vivimos como una novela, otros de reflexión que son como un ensayo y los de emoción los sentimos como una poesía.

¿Quién te gustaría que se encargase de escribirlo? Si fuese una novela, Arturo Pérez-Reverte.

¿Lo último que has hecho de todo corazón? En Vigo estamos desarrollando una campaña para prevenir la enfermedad cardiovascular en mujeres.