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En la actualidad se sabe que las células maduras no están abocadas a una única “especialización”. La reprogramación celular en humanos ha abierto la puerta al avance en medicina, y el origen de estos hallazgos se encuentra en los trabajos del británico John B. Gurdon y el japonés Shinya Yamanaka, que han recibido el Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2012.
Las células madre pluripotentes inducidas (iPS) pueden generarse hoy en día a partir de humanos, incluso de pacientes con enfermedades. Las células maduras, incluyendo las nerviosas, las del corazón y las del hígado, pueden reconvertirse en iPS, por lo que los científicos encuentran nuevas vías para estudiar los mecanismos patológicos.
Originariamente, se pensaba que, durante el desarrollo, la maduración o especialización de las células era un proceso unidireccional. Sin embargo, en 1962 (ver infografía) Gurdon demostró que una marcha atrás era posible, de forma que las células adultas pueden volver a ser inmaduras, como en la etapa embrionaria, y convertirse así en cualquier tipo de tejido. Ahora bien, para ello era necesario manipular los núcleos celulares embrionarios, al menos hasta 44 años más tarde, cuando Yamanaka demostró que una célula intacta podía reprogramarse.
El japonés aisló células madre de ratón en el laboratorio y trató de hallar los genes que las mantenían inmaduras. Los resultados que obtuvieron al transferir los cuatro genes implicados en fibroblastos de ratón fueron sorprendentes, pues estas células del tejido conectivo se reconvertían en inmaduras de manera inesperadamente simple.
Gurdon nació en 1933 en Dippenhall (Reino Unido). Tras doctorarse en Estados Unidos, se incorporó a la Universidad británica de Cambridge en 1972, donde ha ejercido de profesor de Biología Celular. Actualmente pertenece al Gurdon Institute de Cambridge.
Shinya Yamanaka nació en Osaka (Japón) en 1962. Cirujano ortopédico por la Universidad de Kobe, hoy es profesor en la Universidad de Tokio.