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Nuevos estudios avalan los actuales tratamientos para evitar las fracturas
La mitad de los pacientes no toma la medicación de una forma adecuada
Toni Martínez
Valencia
El nuevo arsenal terapéutico actual para el tratamiento de la osteoporosis permite un abordaje de la enfermedad de forma más personalizada, con una mayor seguridad y con resultados probados de que mejora la calidad del hueso. Así lo asegura el doctor Manuel Díaz Curiel, presidente de la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Óseas (Fhoemo).
El doctor Díaz explica que “ahora ya disponemos de un amplio arsenal de fármacos que se pueden adaptar a cada paciente dependiendo de sus características, por ejemplo para aquellos que tienen problemas digestivos o que han padecido un cáncer”.
Y es que los avances farmacológicos centraron las conferencias del Congreso Europeo de Osteoporosis y Osteoartritis que se celebró la semana pasada en Valencia. En él, los expertos reunidos destacaron la necesidad de que “estos fármacos demuestren su eficacia a largo plazo” y que “si surgen complicaciones en alguno de ellos se pongan en cuestión”, tal y como indica el doctor Díaz.
Nuevos estudios
Durante el encuentro se presentaron varios estudios para demostrar la eficacia del uso de estos fármacos. El primero fue presentado por un grupo de investigadores canadienses que demostraron, mediante resonancia magnética nuclear cuantitativa, las propiedades modificadoras de la estructura por parte del condroitín sulfato, tanto en el cartílago como en el hueso a la hora de tratar patologías como la artrosis.
Otro de los estudios que se presentó fue el mayor ensayo de biopsias realizado hasta el momento y en el que se demuestra que el ranelato de estroncio tiene una actividad mayor en la formación del hueso y en la resorción ósea.
Hace falta un Plan Nacional contra la Osteoporosis que reduzca el número de fracturas y una mayor implicación en el diagnóstico precoz. Ése es uno de los consensos a los que se llegó durante el encuentro sobre nuevos planes de actuación contra la enfermedad. El objetivo de este plan, según explican desde el comité organizador del encuentro, debería centrarse en cuatro ejes: la prevención, aunando iniciativa pública y privada; el diagnóstico, normalizando la accesibilidad a los recursos diagnósticos; la asistencia, revisando los fármacos existentes y un sistema de información adecuado. Como asegura el doctor Adolfo Díez Pérez, presidente de la Sociedad Española de Fracturas Osteoporóticas (Sefraos), “hay mucho camino por recorrer. Por ejemplo, no puede ser que las personas tratadas con cortisona no reciban tratamiento o vigilancia para la osteoporosis y que no haya una política más agresiva de detección de casos”. En este sentido, recuerda que “la mayoría de las personas que desarrollarán osteoporosis no están alertadas del riesgo que sufren y los pacientes con fracturas muchas veces no son diagnosticados correctamente y se espera a que se produzca la siguiente”.