Esther Martín del Campo Madrid | viernes, 13 de febrero de 2015 h |

Tanto el Plan estratégico Nacional para el abordaje de la hepatitis C, que estará listo en las próximas semanas, según ha anunciado el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, durante su última intervención en el Senado, como la incorporación de nuevos pacientes al tratamiento con fármacos innovadores avanzan a buen ritmo. Según el ministro, alrededor de 4.500 pacientes habrían iniciado hasta finales del mes de enero el tratamiento con los nuevos medicamentos para la hepatitis C, tomando como referencia los fármacos adquiridos por las comunidades autónomas.

Hasta finales de diciembre del año pasado, 700 pacientes habían sido tratados con sofosbuvir, entre 150 y 200 pacientes como medicación de uso compasivo y en algunos ensayos clínicos durante 2013, y alrededor de 500 en 2014, tal y como explicó en su día el Ministerio de Sanidad. Por otra parte, según avanzaba a principios de este año la compañía que comercializa simeprevir, Janssen, este fármaco llegaba ya a 1.500 pacientes en 200 hospitales en nuestro país. También hasta finales del año pasado, alrededor de 725 pacientes recibían daclatasvir por vía de uso compasivo, en combinación con sofosbuvir o con interferon y rivabirina en algunos pacientes, según las estimaciones de la compañía Bristol-Myers Squibb durante la presentación de este fármaco.

De este modo, hasta finales de 2014 un máximo de 2.925 pacientes habrían sido tratados ya con los nuevos fármacos, teniendo en cuenta que algunos pacientes que reciben daclatasvir y sofosbuvir se contarían por partida doble según estos cálculos, y que un mismo paciente pudo haber recibido sofosbuvir por la vía de uso compasivo en 2013 y mediante el procedimiento convencional tras su financiación en el SNS. Sobre esta base, poco más de 1.575 nuevos tratamientos se habrían iniciado en este año.

La impresión de los pacientes es que las estimaciones de Sanidad resultan un poco forzadas. La idea expresada en términos generales de que 4.500 enfermos han iniciado tratamientos con los nuevos antivirales hasta finales de enero les acercaría a cumplir el compromiso de que entre 5.000 y 7.000 pacientes pudieran beneficiarse de estos fármacos de manera inmediata en los primeros meses del año. Pero la sensación del presidente de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (Fneth), Antonio Bernal, es que no se han contabilizado solo los nuevos tratamientos. “Cuentan el número total desde que se aprobó simeprevir, más los pacientes que han recibido daclatasvir por vía de uso compasivo, más los pacientes de este año. Si no, las cuentas no salen”, subraya.

Para José Luis Calleja, secretario de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEHH), sí cuadra la cifra de que actualmente se estén tratando 5.000 pacientes en toda España. “Ha habido una agilización importante en las últimas semanas. Nadie pondrá en duda una cifra que da el ministerio de pacientes que están en tratamiento, resulta muy fácil de saber”, indica. No obstante, recalca que “quedan muchos más, eso seguro”. No en vano, la sociedad científica estimaba a finales de año que hasta 30.000 pacientes deberían beneficiarse de los nuevos antivirales.

Primer borrador del plan

Calleja es también el coordinador del ‘Libro Blanco de la Hepatología en España’ presentado la semana pasada por la AEEH. Entre sus conclusiones, destaca la necesidad de que las autoridades sanitarias desarrollen una Estrategia Nacional en Hepatología. Por ahora, el portavoz de esta asociación no ha tenido acceso al primer borrador del plan integral preparado por el comité de expertos, del que forman parte el vicepresidente y el vicesecretario de la sociedad científica, Agustín Albillos y Javier Crespo. “No hemos podido revisar el borrador del ministerio de sanidad, por tanto, es hablar de algo sin saber qué van a proponer”, asegura en declaraciones a este periódico. Es de esperar, insiste Calleja, que “para algunas propuestas del plan sí habrá recursos, y habrá que implementarlos, pero hay que esperar a leerlo para poder evaluarlo”.

Según anunció el ministro de Sanidad en la última semana, el borrador ya está listo para ser revisado por las comunidades autónomas. Después llegará el turno de las sociedades científicas y las asociaciones de pacientes.

Lo que sí queda claro, tal y como expresó el secretario de la Asociación Española para el Estudio del Hígado durante la presentación de este documento, es que si no se hace nada por remediarlo, “en 2030 el número de pacientes se habrá multiplicado un 105 por ciento” y, además, faltarán profesionales para atenderlos.

En su radiografía sobre la situación actual de esta especialidad, la AEEH destaca que el 72 por ciento de los centros hospitalarios cuentan con una consulta monográfica general de Hepatología. Además, el 41 por ciento de las consultas realizadas en las consultas externas de los hospitales analizados corresponden a patología hepática, un 36 por ciento de ellas relacionadas con hepatitis virales. El libro también recoge que España cuenta actualmente con 590 médicos responsables del manejo de estas enfermedades, 1,8 facultativos por cada 100.000 habitantes. El 37 por ciento de ellos superan los 50 años y un diez por ciento del total se jubilarán en los próximos diez años.

El plan para la hepatitis C que hizo público hace una semana el CatSalut “es solo una armonización de tratamientos para la enfermedad”. Así lo explicó el consejero de Sanidad de Cataluña, Boi Ruiz, durante la presentación del ‘Libro Blanco de la Hepatología’, tras defender que “la equidad debe prevalecer por encima de las discrepancias políticas”. El documento autonómico abría la mano a la posibilidad de que los pacientes en F2 fueran tratados con los últimos antivirales aprobados en el caso de que el médico observara una intolerancia al interferón, circunstancia que no está recogida en las actuales guías del ministerio. De cara al futuro, Ruiz aseguró que las directrices que presenta el borrador culminado ahora por el comité de expertos serán “adoptadas por Cataluña”.

Por su parte, el portavoz de Sanidad del Partido Socialista en el Congreso de los Diputados, José Martínez Olmos, también aseguró durante la presentación de este documento que “una financiación específica es algo que le hemos solicitado al Gobierno desde el principio, aunque creemos también que lo importante ahora es arrimar el hombro”.

En cualquier caso, el presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, Mario Mingo, declinó la posibilidad de establecer una financiación específica “para esta enfermedad o para cualquier otra”. En su opinión, el presupuesto destinado para sanidad “debe ser en conjunto para responder a todas las necesidades de los ciudadanos”. Por otro lado, Mingo quiso dejar claro que el Partido Popular “se aleja por completo de posturas extremistas como las de expropiar patentes” y pidió paciencia para conocer una Estrategia Nacional contra la hepatitis C que “no dejará de atender a un paciente por cuestiones económicas ni estas mismas cuestiones incidirán en los criterios de los facultativos”. J. R-T.