Si algo ha caracterizado el sistema de salud balear desde las transferencias el 1 de enero de 2002 es la insuficiencia financiera tanto en la gestión que realizó el PP entre 2003 y 2007 como la del PSOE los cuatro años siguientes. “Con el sistema de financiación autonómica de 2001, Baleares fue penalizada, ya que en los últimos diez años ha aumentado la población un 33 por ciento y no se ha visto reflejado en los presupuestos”, explica a GM el ex consejero de Sanidad balear, Vicent Thomas, quien asegura que incluso el presupuesto de 1.187 millones que acaba de presentarse en el Parlamento “le faltan 200 millones para cubrir el gasto del año anterior”. Con todo, pese a una “deficiente negociación”, las transferencias aportaron excelencia en la calidad de la sanidad, reconoce Isidro Torres, secretario general del Sindicato Médico de Baleares.
A pesar de esa financiación insuficiente, uno de los logros más relevantes en Baleares en estos años ha sido el traslado a finales de 2010 del hospital Son Dureta al nuevo Son Espases, calificada como la mayor operación sanitaria de la historia de las islas. “La construcción y la puesta en marcha de esta gran infraestructura fue un reto importante, no sólo para tener un hospital funcionalmente moderno sino en dotación tecnológica. Ha sido un cambio cuantitativo y cualitativo, se ha puesto en marcha un hospital, no de 2010, sino del siglo XXI”, explica Thomas.
La Sanidad balear también se ha caracterizado en los últimos años por realizar grandes esfuerzos en la Atención Primaria, y coordinar este nivel con el hospital. Así, en la época de Thomas como consejero, se realizaron actuaciones en más de 40 centros y se redujo el cupo en más de 200 tarjetas sanitarias por médico. A nivel de gestión, se introdujeron los contratos de gestión y la evaluación de los cuadros intermedios. Además, ligado a la insularidad se han desarrollado las TIC convirtiendo a Baleares en la primera autonomía en implantar la receta electrónica y la historia clínica de salud, así como programas de gestión de patologías crónicas como la EPOC y la diabetes.
Los recursos humanos han sido también caballo de batalla. En 2008, recuerda Torres, los médicos consiguieron dignificar el precio de la hora de guardia tras una huelga que duró tres meses; un año más tarde, en 2009, se congela la carrera profesional; en 2010, se rebaja el salario a los funcionarios, en el caso de los médicos, la disminución llegó a ser del siete y ocho por ciento; y durante 2011 la crisis se acentúa lo que provoca cesa de las peonadas que provoca un aumento de las listas de espera. “Esta es la situación en una autonomía que recibe cada año millones de turistas, con unos servicios bajo mínimos y un estado anímico de la profesión como nunca he conocido”, se lamenta Torres.
Mientras tanto, la consejería capitaneada por Carmen Castro trabaja en mejorar la eficiencia y ahorrar con medidas como la generalización de la prescripción por principio activo, que en Baleares tendrá menor impacto porque el 60 por ciento de las recetas ya incluían el principio activo.
La consejería de Carmen Castro trabaja en mejorar la eficiencia, pero con poco margen ya que, por ejemplo, la PPA en Baleares ya estaba extendida al 60 por ciento