C. OSSORIO Env. Esp. a París | viernes, 23 de mayo de 2014 h |

Los stents farmacoactivos de primera generación supusieron un avance en la reducción de la restenosis en pacientes con enfermedad coronaria y, de hecho, en la actualidad se emplean en un 60-70 por ciento de los casos. Ahora bien, no están exentos de un riesgo de aparición de trombosis asociada al dispositivo que limita su uso en aquellos pacientes no aptos a recibir doble tratamiento antiagregante durante al menos el primer año tras el implante del stent.

Sin embargo, la llegada del stent Synergy con polímero bioabsorbible localizado en la cara externa del dispositivo podría disminuir la duración del tratamiento anticoagulante a seis e incluso a tres meses tras su implantación, por lo que más pacientes serían tributarios a recibirlo, según confirma Eduardo Pinar, jefe de la Sección de Cardiología Intervencionista del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Esto es posible debido a que el stent libera el fármaco antiproliferativo (everolimus) mientras que, de forma sincronizada, el organismo absorbe el polímero durante un periodo de tres meses —sin perder eficacia respecto a los dispositivos que dejan el polímero depositado sobre el metal—, lo que facilita la cicatrización del stent con menor riesgo de trombosis y de restenosis, que es la segunda complicación vinculada a los primeros dispositivos farmacoactivos.

Durante el EuroPCR 2014, se han dado a conocer datos a tres años de seguimiento del estudio pivotal Evolve II con el stent de polímero biodegradable Synergy, desarrollado por Boston Scientific, en el que participan 1.684 pacientes de 125 centros a nivel mundial. los pacientes a los que se implanta este stent presentan una baja tasa de revascularización de la lesión, a un ritmo de 1,1 por ciento, y no se registra ningún caso de trombosis del stent.

José Díaz Fernández, cardiólogo del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, destaca que estos nuevos dispositivos emplean materiales que evitan la inflamación en el organismo, y, más allá de la ventaja del polímero biodegradable, el metal del stent es muy fino y permite llegar a segmentos de arterias antes innacesibles, de forma que permite tratar a pacientes de mayor complejidad.