La creación de empresas en el ámbito hospitalario ha surgido como una oportunidad para materializar el conocimiento que genera el Sistema Nacional de Salud (SNS). Este modelo ha comenzado a extenderse en los últimos años y cuatro comunidades autónomas —Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana— han apostado por el emprendimiento con la creación de spin offs como vía para continuar con los proyectos de investigación nacidos dentro del hospital.
Sólo los hospitales de estas cuatro regiones han dado a luz a al menos 40 compañías en los últimos años como fruto de una transformación en el sistema. Los proyectos de investigación surgidos en los hospitales tratan de responder a las preguntas que se realiza el clínico en su labor asistencial y estas spin offs son uno de los mecanismos con que cuentan los centros del SNS para poder desarrollarlos. No es el único modelo. Los servicios de salud han potenciado en los últimos años la colaboración con la industria farmacéutica a través de la firma de acuerdos de licencia. “En la lucha contra la enfermedad, el médico debe superar sus limitaciones con la generación de conocimiento”, explica Joan Serra, responsable de Investigación e Innovación del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña.
Ha comenzado a producirse un cambio de mentalidad que corrobora el proyecto Summa, que ha puesto en marcha la Asociación Española de Bioempresas (Asebio) para la identificación de demanda temprana de tecnologías en medicina personalizada dentro el SNS. Una encuesta de esta organización preguntaba a 105 gerentes y líderes de opinión en oncología y hematología de 65 hospitales españoles si sus centros tenían capacidad y conocimiento para desarrollar internamente estas tecnologías y en caso afirmativo qué objetivos se planteaban. Sólo una minoría se manifestaba favorable a la creación de spin offs, pero ya supone un cambio de tendencia en el sistema. “Se están haciendo las cosas muy bien y estamos en la senda adecuada, pero, por supuesto, aún queda mucho por hacer”, advierte la secretaria general de Asebio, Isabel García.
Aunque con diferencias, la apuesta en Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana ha sido similar. La primera ha creado desde 2010 15 spin offs dentro del ámbito hospitalario, la Generalitat catalana ha puesto en funcionamiento otras 12 desde 2006, y la valenciana 11 compañías más. La Comunidad de Madrid cuenta con diferentes experiencias. Los hospitales de La Paz y el Gregorio Marañón han puesto en marcha sendas iniciativas empresariales.
Hacia la sostenibilidad
En un momento de escasez de recursos este modelo permite avanzar hacia el objetivo de sostenibilidad del sistema sanitario. “El sistema público no está abierto a tecnologías más caras con resultados iguales o sólo un poquito mejores”, subraya Serra, quien destaca que “si la idea surge dentro del sistema público” permitiría incrementar la eficiencia.
En esta misma línea se mueve el resto de modelos. “Tenemos que impulsar la transferencia y el conocimiento hospitalario, que debe retornar como mejora en la práctica habitual en beneficio de nuestros pacientes”, admite Sabrina Femenía, gerente del Instituto de Investigación Sanitaria de La Fe.
En el caso concreto de Andalucía, además de la puesta en marcha de estas compañías, se han cerrado 90 acuerdos de licencia con la industria farmacéutica y 26 ya se han materializado en el mercado. “Un porcentaje de estos royalties que se generan va al investigador para que continúe con su labor y otra parte repercute sobre el sistema sanitario”, señala el director de la Oficina de Transferencia de Tecnología del Sistema Sanitario Público de Andalucía, Javier Montero.
Las spin offs pueden generar también recursos al sistema. El Hospital Gregorio Marañón busca un socio para comprar parcial o totalmente su empresa Ambiox Biotech, que investiga en la prevención del VIH. La financiación que se obtenga de la operación servirá para comenzar la fase preclínica del producto. Esta etapa por la que pasa este tipo de empresas se encuentra con un obstáculo: la falta de financiación. “Es complicado que los inversores en España destinen fondos a la I+D”, subraya María Ángeles Muñoz, investigadora y jefa de Sección de Inmunología del Hospital Gregorio Marañón.
Una situación similar describe Juan Ángel Fresno, investigador de Instituto de Investigación Sanitaria de La Paz y responsable de Desarrollo Científico de Biomedica Molecular Medicine, compañía que busca financiación para continuar con sus proyectos de investigación. “Los inversores están volcados con las tecnologías de la información, donde los tiempos para obtener retornos son mucho más cortos”. Fresno insiste en que el modelo está aún poco desarrollado en España y en que el SNS debería tender al sistema del Reino Unido.
Esta dificultad para la captación de recursos económicos que permitan continuar con los proyectos de investigación ha llevado al Instituto de Investigación Sanitario del Hospital La Fe a poner en marcha la estrategia Biopolo La Fe, que funciona como un fondo de capital riesgo para invertir en empresas del ámbito sanitario.
15
en andalucía
Es el número de compañías que ha puesto en marcha el Servicio Andaluz de Salud desde 2010. Los hospitales Virgen del Rocío y Reina Sofía acumulan la mayor generación de empresas en Andalucía.
12
en cataluña
Desde 2006, el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña ha apostado por la creación de empresas para continuar con determinados proyectos de investigación. El Clínic ha realizado la mayor apuesta con la creación
de cinco compañías en este periodo.
11
en com. valenciana
Con cinco empresas, el Hospital La Fe ha generado el mayor número de ‘spin offs’ en esta región. El Hospital Clínico de la Comunidad Valenciana ha lanzado
en este periodo otras dos.