Alberto Cornejo Madrid | viernes, 16 de mayo de 2014 h |

El proyecto europeo EpSOS (Smart Open Services for European Patients) que lideraba España, en concreto Andalucía, y que tenía como uno de sus principales objetivos sentar las bases y pilotar la receta electrónica europea, finaliza después de haber realizado una única prueba al respecto (17 de octubre de 2013).

Esta prueba se llevó a cabo en la farmacia del vicepresidente del COF de Sevilla, Manuel Ojeda, y se probó por primera vez con pacientes suecos, italianos y finlandeses, a quienes se les dispensaron las prescripciones realizadas en sus países de origen con resultados “satisfactorios”, apunta.

Para efectuar la siguiente fase, era necesaria una mayor presencia de turistas extranjeros, por lo que se eligieron boticas de la Costa del Sol, exactamente las de Marbella (Málaga).

El problema radica en que estas pruebas, que deberían prorrogarse durante la primavera, no se producirán debido a una paralización desde el ministerio de Sanidad, destacó la consejera de Salud andaluza, María José Sánchez Rubio.

De este modo, el proyecto EpSOS finaliza sin ejecutarse la fase más importante del proyecto. “Era una iniciativa muy bonita que se queda coja”, manifestó Ojeda.

¿Qué pasará ahora con el reto de implantar una e-receta europea que permita que cualquier botica del Viejo Continente puedan dispensar la medicación prescrita a un paciente extranjero si presenta su tarjeta sanitaria u otro documento? Ojeda recordó que “la UE podrá retomarlo cuando quiera, pero no en el marco de este proyecto”. A su vez, Sánchez afirma que se podrá iniciar cuando haya luz verde para ello.