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Redacción
Madrid
El Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica ha querido reconocer el trabajo de bioquímicos estadounidenses David Julius, Linda Watkins y el israelí Baruch Minke, considerados tres referentes mundiales en su campo.
El descubrimiento de nuevos conceptos sobre la forma en la que las sensaciones de dolor son percibidas es una de las principales aportaciones de estos investigadores. El acta del jurado destaca concretamente que sus trabajos permiten “una comprensión más profunda de las bases celulares y moleculares de las diferentes sensaciones, en especial la del dolor”, lo que ha abierto “nuevas vías al diseño de terapias y medicamentos específicos para el tratamiento selectivo”.
Julius, investigador de farmacología Celular y Molecular de la Universidad de San Francisco (EEUU), es pionero en el análisis molecular de los nociceptores. Ha identificado el canal TRPV1 como el receptor de la capsaicina que participa en la respuesta a la temperatura así como a la lesión tisular y a la inflamación, un hallazgo importante para el tratamiento del dolor crónico, los síndromes inflamatorios neurógenos y los asociados a la artritis, el cáncer o el asma. Así, su trabajo ha permitido conocer y comprender la alodinia, el dolor en respuesta a señales normalmente inocuas, y la hiperalgesia, la reacción excesiva a señales típicamente dolorosas. Julius aseguró ser “una gran satisfacción” compartir el premio con los doctores Minke y Watkins, “cuyos descubrimientos de los procesos básicos de la señalización celular han contribuido a establecer las bases para la comprensión de los mecanismos de las enfermedades, incluidos los relacionados con el dolor crónico y otras afecciones del sistema nervioso”.
El trabajo de Watkins, profesora de Psicología de la Universidad de Colorado (EEUU), se ha centrado en evaluar el dolor patológico. Así, es la descubridora de un nuevo agente del dolor: las células nerviosas no neuronales denominadas gliales, claves en los estados de dolor patológico y en los que se producen después de una lesión nerviosa. Sus investigaciones han sido fundamentales en el estudio de las causas por las que algunos tratamientos analgésicos, actuales actuando exclusivamente sobre las neuronas, no consiguen atenuar con éxito el dolor.
Por su parte Minke (director del departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Hebrea de Jerusalén) ha sido el primero en identificar una nueva clase de canales iónicos —llamados TRP—, base de la percepción y señalización sensorial.