SEGURIDAD/ Los especialistas se marcan como meta el error cero en la medicación ya que se disponen de los conocimientos y los recursos para ello
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redacción
Madrid
El paciente pediátrico, por distintos motivos, presenta una mayor susceptibilidad a sufrir errores de medicación. Se estima que los errores susceptibles de causar daño son tres veces más frecuentes en niños frente a adultos, elevándose hace ocho veces la potencialidad en el caso de UCI-Neonatales. Son datos que puso sobre la mesa Cecilia Fernández-Llamazares, del Hospital Gregorio Marañón, durante su participación en una jornada sobre Avances en seguridad en la medicación, que organizada por Roche reunió en Valencia a cerca de 200 expertos de todo el país multidisciplinares.
“Estandarizar e identificar los medicamentos, así como todos los procesos de administración de fármacos, garantizar la supervisión farmacéutica de todo el circuito de utilización del medicamento y aprovechar los beneficios que aportan las nuevas tecnología son medidas esenciales para prevenir estos errores”, destacó Fernández-Llamazares, quién recordó que “la combinación de tres factores, como son la existencia de la figura del farmacéutico clínico, la prescripción electrónica y la óptima comunicación de errores, puede llegar a reducir hasta un 96,7 por ciento de los errores potencialmente dañinos”.
Durante la jornada, también se trató el impacto de la seguridad de los medicamentos en el ámbito de urgencias, así como su efecto en la continuidad asistencial y la hospitalización. En este sentido, Miguel Ángel Calleja, jefe de servicio de Farmacia del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, hizo referencia a un estudio realizado en su hospital que concluyó que hasta el 34 por ciento de los pacientes que acuden a urgencias lo hace por un problema relacionado con su medicación. Así, el estudio multicéntrico Evadur, realizado en 21 hospitales con 3.854 pacientes, reveló que el 12 por ciento de los pacientes asistidos en Urgencias presentaba un evento adverso asociado a la medicación. Para tratar de superar este problema, Calleja resaltó los beneficios que se derivan de la receta electrónica impuesta en Andalucía, un recurso que ya se emplea en el 94 por ciento de las recetas en Atención Primaria y se espera conseguir que alcance a finales de este año al 30 por ciento de las recetas hospitalarias.
Error cero
Los expertos que participaron en esta jornada volvieron a destacar uno de los objetivos fundamentales que se persiguen: el error cero en la medicación. Así lo señaló José Luis Poveda, jefe del servicio de Farmacia del Hospital La Fe, quien apuntó que se disponen de los conocimientos y los recursos adecuados para tratar de llegar al error cero en la medicación. Tal y como defendió, “debemos construir una cultura de calidad total, para lo cual es necesario liderazgo, dirección estratégica, compromiso de los profesionales, el factor humano, la implementación de programas y la autoevaluación”.
Por su parte, Víctor Jiménez Torres, del Hospital Peset de Valencia, destacó la importancia que tiene la medición de los efectos adversos como paradigma de la calidad asistencial, mostrando los positivos resultados obtenidos en su hospital con el seguimiento de un programa de calidad asistencial y seguridad del paciente oncohematológico.
La jornada también contó con la intervención del nuevo consejero de Sanidad valenciano, Luis Rosado, que hizo hincapié en que garantizar la seguridad en el empleo de los medicamentos es un derecho de los pacientes y una obligación para los dirigentes y profesionales sanitarios”.
Asimismo, se volvió a incidir en que el 50 por ciento de los errores en la medicación son prevenibles.