| viernes, 08 de junio de 2012 h |

El director general de Cofaga y vocal de Distribución del COF de La Coruña, José Ramón López Suárez, se convirtió en el nuevo vocal nacional de Distribución el pasado 4 de junio tras obtener 19 votos frente a los 14 cosechados por el director técnico de Alliance Healthcare en Lérida, Joan Antoni Esteve, en las elecciones que se celebraron en la sede del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF). El nuevo vocal deberá enfrentarse durante esta legislatura a los retos de presente y de futuro que se le plantea a la distribución farmacéutica. Sobre la mesa están los impagos a las oficinas de farmacia y su consiguiente repercusión en las distribuidoras, las propuestas de un nuevo modelo retributivo para este agente o la necesidad de aportar servicios que den un mayor valor añadido y mejorar la gestión de los recursos de estas empresas.

Pregunta. Ante el complejo escenario que se le presenta actualmente a este agente de la cadena del medicamento, ¿con qué espíritu asume la vocalía nacional de Distribución?

Respuesta. Asumo este cargo con ilusión ante el reto de representar a todos mis compañeros de la distribución, pero al mismo tiempo con preocupación por la situación general que se atraviesa y, en particular, por la del sector farmacéutico.

P. ¿Qué puntos marcarán la ruta que se ha propuesto recorrer a lo largo de esta legislatura que ahora comienza?

R. El primer punto será analizar la situación del sector y ayudar a fortalecer un frente común de toda la distribución. El segundo, crear un sistema de información y formación continuo. En tercer lugar, colaborar de una forma activa con los demás miembros de la cadena del medicamento, es decir, con la farmacia y la industria. El siguiente reto será tener presencia en toda negociación que provoque cambios legislativos por parte de la administración.

P. Para alcanzar estos objetivos resulta importante saber de dónde se parte. ¿Qué fortalezas y debilidades destacaría actualmente de la distribución?

R. Entre las fortalezas de la distribución, señalaría su capilaridad, gran capacidad de adaptación a los cambios, todo ello sumado a una profesionalidad y un saber hacer contrastados. En cambio, las debilidades son las derivadas del momento de incertidumbre que estamos viviendo actualmente, por ejemplo, con la bajada de márgenes, la inseguridad en los cobros, la garantía de suministro…

P. ¿Cuál cree que es la clave para que la distribución farmacéutica pueda no solo superar, sino salir fortalecida de esta situación de crisis?

R. Considero que la clave pasa por trabajar conjuntamente con las farmacias y los laboratorios, para aportar servicios estratégicos que den mayor rentabilidad a todos los miembros de la cadena del medicamento, así como poder ofertar a las administraciones públicas servicios que les aporten valor añadido y, por descontado, una mejor gestión de todos los recursos de nuestras empresas.

P. ¿Considera que la actual coyuntura económica pone en peligro el modelo solidario en el que se ha apoyado tradicionalmente la distribución?

R. Estimo que el modelo solidario no está en peligro, pero que tendremos que adaptarlo a la nueva coyuntura de una forma racional y más eficiente.

P. ¿Cree, entonces, que habría que apostar por impulsar un cambio en su modelo retributivo, dada la continua disminución de los márgenes?

R. Creo que habría que analizar la situación entre todos y, repito, buscar soluciones de mayor racionalidad y eficiencia. Entre estas podría ser una vía el cambio retributivo, pero siempre sin castigar más a la oficina de farmacia.