TRASPLANTES/ La nueva directiva de donación y trasplante podría ser aprobada en primera lectura en el Parlamento Europeo a finales de junio

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Trinidad Jiménez destaca que hay que acortar las diferencias entre los países y aspirar al máximo de donaciones de órganos en todos ellos

El vicepresidente de la AGP, Alejandro Toledo, cree que la libre circulación de pacientes en esta área dañaría los logros alcanzados en España

| 2010-03-31T14:28:00+02:00 h |

Esther Martín del Campo

Madrid

La nueva directiva europea de trasplantes está en su recta final. La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, anunció recientemente que el Parlamento Europeo podría aprobarla en primera lectura en el primer semestre del año, coincidiendo con la presidencia española de la Unión Europea. Según Jiménez, la nueva norma permitirá mejorar la calidad y cantidad de los trasplantes, acortando las notables diferencias entre los países e la UE.

Jiménez realizó este anuncio en el marco de la Conferencia de Madrid sobre Donación y Trasplante de Órganos, antesala de la Consulta Global sobre Donación y Trasplante organizada por la OMS en la capital recientemente. En este segundo encuentro se aprobó la Resolución de Madrid, una estrategia mundial que contempla la necesidad de lograr la autosuficiencia en trasplantes como forma de combatir el tráfico de órganos.

Espacio común en Europa

Con 34,4 donantes de órganos por millón de personas, la tasa de donación española duplica la media europea, frente al 12,9 en Holanda o el 15,5 de Inglaterra. Países que, por otra parte, lideran la donación de vivo, con cifras que superan el 34 por ciento y que en España representan el 10 por ciento de los trasplantes.

Si los índices de donación de toda la UE se aproximaran a las cifras españolas, subrayó la ministra, podrían salvarse al año más de 20.000 vidas, y 2.000 más si la donación de vivo también alcanzara las cotas de los países mejor posicionados. Como complemento a esta directiva, se desarrollará un plan de acción que promoverá la colaboración en esta materia entre todos los países miembro.

Junto a los estándares de calidad, la norma también favorece el intercambio de órganos entre los países europeos. Un punto que, en la práctica, según Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes, no supondrá un cambio por las dificultades técnicas y los tiempos que se barajan en estas intervenciones.

No obstante, el presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, Jo Leinen, recalcó la necesidad de establecer requisitos para que pueda existir una dimensión transfronteriza que permita que los pacientes de 20 de los 27 estados, que carecen de estructuras y autonomía para la realización de estas intervenciones, tengan acceso al trasplante, al que aspiran alrededor de 60.000 europeos.

Temores de los pacientes

Desde la Alianza General de Pacientes, su vicepresidente, Alejandro Toledo, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones Alcer, pidió que la directiva regule el libre tránsito sanitario teniendo en cuenta lo específico de los trasplantes dentro la práctica quirúrgica. “Corremos el riesgo de dañar lo ya conseguido —advirtió—. Disponer de una libre circulación en los países de la Unión de forma inminente sería del todo perjudicial”. No obstante, Toledo propuso la colaboración de las asociaciones para que los países con tasas de donación inferiores a la nuestra adopten el modelo español.