Nefrología

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R.C. Madrid | viernes, 14 de febrero de 2014 h |

El 2,5 por ciento del total del presupuesto sanitario se destina a enfermos renales en estadío 5, es decir, a aquellos pacientes que necesitan un tratamiento sustitutivo (diálisis o trasplante renal). Una cantidad de dinero que, asegura Alberto Martínez Castelao, presidente de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), “las arcas españolas no pueden pagar tal y como estaban haciendo hasta ahora”. De ahí la importancia de buscar nuevas formas de mantener estos tratamientos, fundamentalmente la diálisis, a través de modelos que garanticen el acceso de todos los pacientes.

Entre estos modelos, destacan sobre todo dos: el modelo de aplicación per cápita y el llamado modelo Cartagena, que toma su nombre del Hospital Santa Lucía de Cartagena, en Murcia, ya que fue allí donde se aplicó por primera vez. El primero de ellos, el modelo per cápita, es la adaptación directa del modelo Alzira, que establece un precio por cada habitante de la comunidad. A esta cantidad, que es revisable anual o bianualmente, se llega a partir de un concurso público al que pueden presentarse todas las empresas de servicios de diálisis que lo deseen, obteniendo finalmente la adjudicación aquella que ofrezca las mejores condiciones al precio más económico. Y el segundo modelo lo que hace es establecer en un “paquete” todos los servicios que recibe un paciente con diálisis (filtros, fármacos, tipo de máquina, sesiones, realización de la fístula arteriovenosa…) para sacarlo a concurso público, recibiendo también la adjudicación aquella empresa que ofrezca las mejores ventajas al mínimo precio.

Unos modelos ante los que parece inevitable preguntarse cosas como si serán capaces de mantener la calidad de los tratamientos o si podrán cubrir las necesidades de todos los enfermos o, por el contrario, se crearán inequidades. Ante esto, Martínez Castelao asegura que “ todo residente en territorio español tiene acceso a la diálisis esté en la comunidad que esté”, si bien identifica cierta desigualdad en el hecho de que existan centros con Servicios de Nefrología potentes que no ofrecen diálisis peritoneal, con lo que se obliga al paciente a desplazarse a otros centros. En cuanto al concurso público de estos servicios, el presidente de la SEN explica que son las comunidades autónomas las que tienen que exigir los mínimos de calidad recogidos en las guías de la sociedad. Además de la Comunidad Valenciana, que tiene el modelo de aplicación per cápita desde hace ya cinco o seis años, y determinadas áreas sanitarias de Madrid, Cataluña planea aplicar algo parecido a estos modelos en los próximos meses.