Rocío chiva Madrid | viernes, 06 de noviembre de 2015 h |

En medio de una era con retos en mente como el big data y la búsqueda de una transparencia cada vez mayor, José Javier Castrodeza, director general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, anunció durante el 3º Congreso de Autocuidado que organiza cada año wecare-u y Funsalud, la creación de una versión online del conjunto mínimo básico de datos (CMBD), la base de datos estatal que recoge las principales variables clínicas, demográficas y administrativas del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Con siete dimensiones y seis ejes de análisis diferenciados, la gran ventaja de esta versión de la base de datos CMBD (i-CMBD) es que cada hospital podrá, a partir de ahora, “comparar sus resultados con la serie que él quiera”, destacó Castrodeza. Así, cada profesional sanitario puede seleccionar entre una variedad de características similares a las de su centro para confeccionarse una media propia, más ajustada a la realidad, con la que compararse.

De esta manera, continuó explicando el director general de Salud Pública, cada centro puede seleccionar el tipo de hospitales —tamaño, tipología, etc— con los que quiere compararse y, además, puede también filtrar en función de una serie de variables indicadoras —estancia media tras intervención y/o preoperatoria, tasa de mortalidad, complicaciones, frecuentación en hospitalización, distribución de altas, tasas de infección nosocomial, tasa de reingresos, etc—.

Oportunidades

Una herramienta que ofrece muchas posibilidades para medir la calidad y cuyo anuncio en la mesa redonda ‘Indicadores de calidad en el Sistema Nacional de Salud: el proyecto Incardio’ no obedeció a la casualidad. El expresidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) que, junto a José Joaquín Cuenca, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Torácica y Cardiovascular (SECTCV), sostienen el proyecto Incardio, se alegró de la iniciativa y destacó las posibilidades que ello ofrecía para la continuación de un proyecto como Incardio, encargado de establecer (y por supuesto medir) indicadores de mínimos en cardiología.

Un aspecto, el de medir la calidad, muy importante para Juanatey que, si bien reconoce que los indicadores tienen limitaciones, también asegura que “más limitaciones supone no tenerlos”. Además, el expresidente de la SEC subrayó el papel crucial de las sociedades científicas en la identificación de estos estándares de calidad con la ayuda, eso sí, del ministerio.

Un punto que se cumple en este caso con “el acceso del SNS vía Internet al CMBD”, un objetivo en el que Castrodeza asegura que Sanidad lleva trabajando estos últimos meses. Lo que no hay en el i-CMBD son datos individuales de profesionales u hospitales como ocurre en Estados Unidos, por ejemplo, ya que la ley de protección de datos lo prohíbe. Un “problema” solucionable gracias a la personalización en las series de indicadores de comparación.