Jornada/ El facultativo no debe ver la desfinanciación “como una pérdida de soberanía” sino como oportunidad para tratar al “verdadero paciente”

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Redacción Madrid | viernes, 27 de julio de 2012 h |

La desfinanciación de medicamentos ha sido últimamente protagonista de la actualidad sanitaria. Pero, tras la publicación del Real Decreto-ley 16/2012 de 24 de abril y, posteriormente, del proyecto de resolución de la dirección general de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) y Farmacia, de 11 de julio, que incluía la lista de medicamentos susceptibles de ser desfinanciados, ha llegado el momento de pasar a la acción. Aunque todavía a la espera de la resolución definitiva que aclare exactamente qué fármacos dejarán de estar financiados por el SNS (se espera que se publique a primeros de agosto, por lo que estos fármacos se incluirían en el nomenclátor de septiembre), la desfinanciación de medicamentos es ya un hecho. Por ello, es importante que las compañías farmacéuticas comiencen a plantearse cuál es la mejor estrategia a seguir tanto para conseguir sacarle el mejor partido a la desfinanciación como para evitar posibles riesgos derivados de ella como, por ejemplo, el desplazamiento en la prescripción.

Acerca de estos riesgos y, sobre todo, acerca de las ventajas que el sector puede obtener de esta desfinanciación masiva de medicamentos, si se actúa bien, es de lo que se habló precisamente en la jornada “Estrategias ante la desfinanciación de medicamentos”, celebrada el pasado 23 de julio en el Auditorio del Grupo Contenidos. En la jornada, organizada por El Global y la consultora IMS y patrocinada por la agencia de comunicación MK Media, participó, entre otros, por Rafael García Gutiérrez, director general de la Asociación para el Autocuidado de la salud (Anefp) y colaborador de la jornada en nombre de la Fundación Anefp, además de uno de los principales instigadores de este “cambio de paradigma”, tal y como lo calificó Gabriel Morelli, director general de IMS y compañero de García Gutiérrez en la inauguración de la jornada.

Para el director general de Anefp, lo importante ahora es que todos los agentes del sector: la Administración, los propios pacientes, los consumidores, la oficina de farmacia y la industria farmacéutica, cambien de estrategia. Y, si todo sale bien y se encauza por el buen camino, tal y como pronosticó Santiago de Quiroga, presidente editor del Grupo Contenidos, en unos años el mercado OTC podría situarse “en cifras de dos dígitos”.

A este respecto, en una de las mesas de debate de la jornada, “Nuevo mix de marketing”, moderada por Cristina Tello, directora general de la agencia de comunicación MK Media, García Gutiérrez reiteró la necesidad del cambio de estatus de la prescripción ante la desfinanciación. En su opinión, “es una inmoralidad que en un sistema público de salud con recursos insuficientes y con medicamentos muy caros se sigan financiando productos como, por ejemplo, las lágrimas artificiales”, ya que, al final, se terminan convirtiendo síntomas normales en patologías.

Sobre este punto, cree que la solución pasa por un cambio en la Administración, que debería abandonar su tradicional paternalismo e invertir en campañas de educación sanitaria para cambiar la mentalidad de los ciudadanos, fomentando su responsabilidad en el autocuidado de la salud. Un cambio que debería servir, a su vez, para promover otro cambio en la mentalidad de pacientes y consumidores, que deberían entender esta desfinanciación como algo necesario para la sostenibilidad del sistema.

Asimismo, consideró vital que los médicos no vean la desfinanciación como “una pérdida de soberanía”, sino como una disminución de las consultas médicas y, por tanto, de un mayor tiempo para el tratamiento de pacientes que realmente lo necesitan. Además, instó a los farmacéuticos a que valoren la oportunidad profesional que supone la desfinanciación de fármacos para su “desarrollo como verdaderos directores del autocuidado de la salud”.

García Gutiérrez no se quedó solo en las ventajas, ya que habló del riesgo de desplazamiento de la prescripción, un problema que, en su opinión, se solucionaría con la implantación de la receta electrónica, que ayudaría al control riguroso de cada una de las prescripciones. Igualmente, cree que facilitaría el contacto de médicos y farmacéuticos, que podrían saber en cada momento qué prescribe cada uno a un mismo paciente.

Sobre los precios, insistió en que desde 1981, fecha desde la que existe precio libre, no ha habido quejas de los consumidores, por lo que Anefp “continuará luchando para anular esta medida”. Igualmente, aseguró, a pesar de las dudas de algunos de los ponentes, que “más del 80 por ciento de los fármacos desfinanciados cumplen las condiciones para no estar sujetos a prescripción médica”.

Una cifra que se convierte en oportunidad para la industria farmacéutica que, a partir de ahora, podrá publicitar algunos de sus productos, muchos de ellos bien conocidos entre la población y dispensados ya sin receta de manera habitual en muchas oficinas de farmacia, tal y como reconoció Miquel Pascual, director general de Merck Consumer Health. Así que, ahora, tal y como explicó Manel Vera, director de Ferrer Healthcare, es el momento de comenzar una nueva etapa y de reforzar la imagen de marca de los fármacos ya que, según su experiencia, la clave está en que el valor del medicamento sea reconocido por el paciente, que pasa de ser un agente pasivo para transformarse en consumidor y, por tanto, en un agente activo.

Para lograr este objetivo, lo más importante, según Vera, es crear una estrategia a partir de dos importantes indicadores: la relevancia de la marca y el valor real o percibido del medicamento que, combinados en valores altos, garantizan la obtención de beneficios por parte de la compañía en este nuevo contexto. Al hilo de esto, Pascual expuso ejemplos de éxito como los de Aspirina, Frenadol, Pharmaton o Gelocatil, productos que en su día establecieron estrategias que significaron importantes beneficios para las compañías que los comercializan.

Del mismo modo, Pascual no se olvidó de mencionar en su ponencia la importancia de las estrategias de gama que, “basadas en la innovación de producto y de comunicación”, se convierten en grandes aliadas para el desarrollo de negocio de las farmacéuticas. Y toda esta publicidad, como coincidieron ambos, no debe excluir a los médicos.

“La desfinanciación ha de ser entendida por el paciente como necesaria para la sostenibilidad”

“Más del 80% de los fármacos desfinanciados pueden no estar sujetos a prescripción médica”