formación/ La SEFH conciencia a los FIR sobre su papel como controladores del gasto

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Martín aboga por la especialización y la participación durante toda la residencia

La complejidad del fármaco y sus altos costes tensan la cuerda ética en su uso

| 2011-04-20T15:55:00+02:00 h |

MÓNICA RASPAL

Madrid

Unos elevados estándares éticos, la formación continuada, el trabajo en equipo, la implicación en la calidad, la investigación y el desarrollo y la capacidad de comunidar será lo que diferencie y haga expertos a los farmacéuticos de hospital pues los cambios que se han producido a nivel formativo y competencial en los últimos años conllevan una toma de decisiones en su quehacer diario para la que deben prepararse los nuevos residentes (FIR), según destacó José Antonio Martín, delegado autonómico de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) de Canarias y tutor de residentes del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria.

Durante la III Jornada de Bienvenida a los nuevos FIR de la SEFH, Martín expuso cómo desde la jerarquización del organigrama del hospital en 1977, cuando se les encuadra en la dirección médica, comenzaron a observar la importancia del gasto farmacéutico en el presupuesto hospitalario. Ahora que la integración en los centros es ya una realidad, cree que deben ir más allá y llegar a ser farmacéuticos del sistema sanitario.

Para el representante de la SEFH, la implantación del cuarto año de residencia ha supuesto un antes y un después para una profesión en la que la especialización es un valor añadido en cada fase del ciclo del fármaco —selección, provisión, administración, monitorización— en la que tienen oportunidades de actuación pero también de educación e investigación y aún lo es más la subespecialización desde el primer año del FIR pues, en su opinión, les aportará un bagaje que les convertirá en líderes de un área.

El liderazgo es tan necesario porque, como señaló Martín, estos especialistas deben tomar sus decisiones respectando los principios de autonomía del paciente, de beneficiencia y de equidad ya queson controladores del gasto y el uso de medicamentos se encuentra condicionado por su complejidad tecnológica y sus altos costes, lo que va a tensar la cuerda ética en muchas ocasiones.

“Equilibrar todo ello no es pensar en qué es lo mejor para un paciente concreto sino el máximo para el mayor número de pacientes, por lo que hay que estar ojo avizor con las nuevas terapias y fármacos, prestar atención a las reacciones adversas para detectarlas, prevenirlas y comunicarlas y evitar los errores de medicación”, apuntó.

Cambio de actitud

Cumplir con todas esas funciones y promover una farmacoterapia racional implica, a juicio de este experto, no sólo adquirir habilidades para elegir lo mejor en términos de eficacia, seguridad y costes, sino también participar, incluso desde la residencia, en las comisiones de farmacia del hospital para coordinarse con los médicos, los enfermeros, la dirección, los proveedores y también con los organismos públicos

Para José Luis Poveda, presidente de la SEFH, la clave es generar un cambio de actitud en los farmacéuticos pues aunque la formación es un pilar básico para mantener las competencias y garantizar el cuidado de los pacientes, la participación es fundamental. “Sólo se crece como profesión cuando la inteligencia transfiere el plano individual para generar masa crítica en todo el colectivo”, matizó.

De hecho, el real decreto que reguló la formación sanitaria especializada en 2008 contempló que los FIR asistieran a estas comisiones de farmacia y aludió por primera vez a las responsabilidades del residente y de la tutela de éste en cada servicio, como añadió María Sanjurjo, jefa del servicio de Farmacia del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid y representate dentro de la Comisión Nacional de Farmacia Hospitalaria.

Sanjurjo emplazó a los residentes a continuar luchando para integrarse del todo en los equipos asistenciales, una “carrera de fondo” en la que todavía queda mucho recorrido. Sin embargo, recuerda que si han conseguido comenzar a hacer gestión clínica y atención farmacéutica ha sido gracias al aumento paulatino del número de profesionales y de servicios y a la asunción de nuevas funciones.