La pasada semana tenía lugar en Barcelona el Congreso de la Sociedad Catalano-Balear de Medicina Interna. Su presidenta, Roser Solans i Laqué, ha explicado a GM el papel que está destinada a jugar la especialidad en los diferentes desafíos que tienen por delante los sistemas sanitarios.
Pregunta. ¿Cuál es el objetivo del congreso?
Respuesta. Realizar una actualización de enfermedades como EPOC, diabetes, hipertensión, insuficiencia cardíaca y a la vez también de enfermedades de diagnostico difícil, en las que el especialista en Medicina Interna juega un papel fundamental, dada su visión gobal del enfermo. Además hay una parte específica del congreso que hemos dedicado al manejo de la cronicidad, ya que sabemos que el papel del internista en este campo es muy importante y lo será más en el futuro y también queremos estar muy presentes en la gestión del paciente y de la sanidad.
P. ¿Qué papel juega medicina interna en el manejo de la cronicidad?
R. El internista tiene una visión global de la persona enferma, más que de la enfermedad en sí. Tiene una mirada del paciente y de su entorno que le facilita ser el hilo conductor en la coordinación de los diferentes niveles asistenciales, colaborando en la transición del paciente desde la primaria al hospital y viceversa. El paciente lo concebimos como un todo.
P. La sociedad ha tenido voz en la elaboración del Programa de Prevención y Atención a la Cronicidad de Cataluña, ¿está por tanto reconocido su papel en este sentido?
R. Se ha participado con otras sociedades científicas (primaria, cuidados paliativos, geriatría), enfermería y trabajo social —porque los pacientes que tenemos no sólo tienen necesidades de salud, sino también necesidades sociosanitarias—. Si les atendemos pero no estamos seguros de que puedan seguir el tratamiento que les indicamos de forma adecuada porque el entorno social no es favorable, no conseguiremos curarles.
P. En la actualidad la atención del paciente complejo es uno de los grandes desafíos de los sistemas sanitarios…
R. Sí, porque aunque es un pequeño porcentaje de población que consume el mayor número de recursos. Es muy importante que se actúe en esos ámbitos desde todos los puntos de vista porque sus necesidades traspasan la propia necesidad médica. En el ámbito de Cataluña se denota ese papel de la medicina interna. Todos hemos puesto un poco de nuestra parte. Debe haber una continuidad asistencial, una relación entre el médico que atiende en primaria y el que atiende en el hospital. Se está trabajando mucho y los frutos se verán en un futuro no muy lejano.
P. Dentro del congreso una de las mesas tiene como protagonista la EPOC, una patología que va en aumento y que preocupa a los especialistas
R. Es muy prevalente, afecta a un gran número de la población que tratamos y condiciona mucho su pronóstico. Es muy importante conocer el manejo de esta enfermedad porque ha habido avances. Es una patología que cada vez más pensamos que tiene un componente inflamatorio y su abordaje está variando. Hay nuevos fármacos, más seguros, que mejoran la adherencia terapéutica y el internista debe conocerlos para usarlos adecuadamente.
En esta mesa se abordará tanto el tratamiento farmacológico como el no farmacológico, porque la rehabilitación respiratoria y la práctica de actividad física son cuestiones relevantes. La cronicidad se asocia con frecuencia a depresión y multimorbilidad, aspectos que no deben descuidarse. Con los nuevos tratamientos la ventaja es que podemos intervenir de una manera más enérgica y más precozmente.
P. Precisamente, uno de los desafíos para la especialidad es la necesidad de actualización continua…
R. Hoy en día con los medios que tenemos a nuestro alcance gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, podemos estar al día, pero los congresos además de favorecer la actualización, brindan la oportunidad de intercambiar puntos de vista con otros especialistas. No sólo permiten reciclar conocimientos, sino disfrutar de la opinión de expertos que están en las mesas y también comentando cuestiones de la práctica clínica diaria.
P. ¿Hacia dónde debe ir la especialidad de medicina interna?
R. La especialidad no ha de cambiar mucho, se debe dar esa visión global que comentaba, centrada en el conjunto de todo el paciente más que en un órgano concreto. Los pacientes mayores, raramente tienen una sola enfermedad, y cuando se complica una patología suelen descompensarse las otras y cada vez más los pacientes que ingresan en los hospitales, o consultan en atención primaria, precisan de un especialista que no fragmente las enfermedades. El papel del internista es ser el referente en el hospital y de otros especialistas médicos o quirúrgicos, y el referente de aquellasque no son de diagnóstico claro o fácil. Las enfermedades de diagnostico poco claro o complejo, a veces requieren del concurso de varios especialistas, pero como mínimo requieren de uno que actúe de hilo conductor y tenga una visión global. El papel del especialista en Medicina Interna es relevante, además de en la hospitalización, también en los dispositivos alternativos a la hospitalización como hospitales de día o las consultas de diagnóstico rápido o atención inmediata, que permiten manejar al enfermo, sin ingresarlo. Apostamos por la coordinación en los distintos niveles asistenciales entre los médicos de primaria, geriatras e internistas. Nos tenemos que coordinar.
P. Todo ello se traduce en adaptación a las necesidades
R. El internista es el especialista más adaptable que existe. Cuando surgió el paciente mayor fue liderado por los internistas. Las unidades de diagnóstico rápido las hemos puesto en marcha nosotros porque esta capacidad de adaptarse al medio siempre la hemos tenido. Lo que no significa que no haya áreas específicas de conocimiento que también hay que salvaguardar porque esa virtud de la visión global del paciente permite diagnosticar enfermedades poco frecuentes.
P. ¿Cuál es el papel de la medicina interna en la investigación?
R. Tenemos un papel importante en la investigación clínica. No hemos de perder el interés y la curiosidad por el origen de las enfermedades con la colaboración de otras especialidades porque entre todos es más fácil llegar. En el Congreso tenemos un área dedicada a los médicos en formación y les tenemos que enseñar, a parte de saber valorar globalmente al paciente y conocer la base de las enfermedades,que la investigación clínica y básica son los pilares sobre los que se sustenta el avance científico, y que el internista también debe jugar un papel importante a este nivel. Me gustaría aprovechar para agradecer a Chiesi su colaboración en el Congreso de la Sociedad Catalano-Balear de Medicina Interna.
Tenemos una visión global de la persona enferma, más que de una enfermedad en sí”
Con los tratamientos actuales podemos intervenir más precozmente en EPOC”