Investigación/ De una fuente de gastos a un generador de retornos económicos

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L. barrera Madrid | viernes, 15 de marzo de 2013 h |

El hospital no tiene por qué concebirse sólo como una fuente de gastos, sino que también puede serlo de recursos. De esta máxima parte Javier de Castro Carpeño, responsable de la Unidad de Innovación del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario de la Paz (IdiPAZ) para explicar el cambio de mentalidad que están produciendo estos organismos dentro de los centros. “A partir de la investigación de gran nivel que se da en los hospitales se pueden producir patentes que reviertan en beneficios”, asevera el oncólogo. De esto, IdiPAZ sabe mucho: ocupa el primer puesto en el ranking que ha hecho público recientemente el Instituto de Salud Carlos III en cuanto al número de patentes concedidas (ocho) y el segundo, tras el Hospital Universitario Vall d´Hebron (HUVH), tanto en número de patentes solicitadas como en ingresos por patentes, royalties y contratos con la industria.

De este modo, IdiPAZ tiene en la actualidad ocho patentes concedidas, 12 en fase de trámite y 13 en fase PCT. Además no sólo se genera una cartera basada en patentes sino también basada en marcas. En esto influye el Instituto de Genética Molecular, integrado en IdiPAZ. En tres años se ha conseguido licenciar hasta tres patentes, dos son dispositivos quirúrgicos y una plataforma genética, que ya se están comercializando nacional e internacionalmente.

“Es la primera vez que el instituto obtiene un retorno económico a través de esta vía de generación de protección de la propiedad intelectual”, subrayó de Castro. Y esto se consigue gracias a la conformación de grupos multidisciplinares que se unen a básicos y clínicos para generar investigación traslacional, explicó Francisco García Río, director científico del instituto.

El camino, por tanto, pasa por un cambio en la mentalidad del investigador, que según De Castro, ya se ha comenzado a dar pero sobre el que aún queda por andar. “No es fácil, los compañeros que constituyen el IdiPAZ no se consideran investigadores como tal porque su chip es más asistencial y muchas veces su objetivo último es más conseguir una publicación científica y se olvidan de la posibilidad de obtener una patente”, puntualizó ejemplificando que en el caso de una enfermera o un cirujano se puede idear un dispositivo de sutura que no saldrá en las revistas científicas, pero sí puede patentarse. Cambiar esa filosofía del investigador hacia la búsqueda de resultados prácticos y detectar las bolsas de talento que hay en los hospitales son por ello dos de los objetivos que cumple el IdiPAZ.

De este modo, tanto De Castro como García Río aportaron visiones realistas de la coyuntura actual. “No podemos quedarnos con los brazos cruzados sabiendo que se va a recortar. El dinero es el que hay y hay que buscar fondos en otros países y conseguir acuerdos de colaboración con iniciativas privadas”, apostilló el primero. Para García Río, el contexto actual es preocupante y alarmante y podría tener repercusiones en la trayectoria recorrida pero “es el momento de aportar fórmulas imaginativas”. Por esta razón, el instituto de La Paz apuesta por generar una mayor actividad que se traduzca en innovación y resultados y en la internacionalización a través de la cooperación en el ámbito europeo o el internacional.