Gaceta Médica Madrid | martes, 08 de abril de 2014 h |

En estos últimos días, se han llevado a cabo dos importantes intervenciones quirúrgicas de reconstrucción y extirpación de vejiga en nuestro país. La primera de ellas, una intervención de cistectomía laparoscópica, se ha realizado en el hospital privado Viamed Santa Ángela de la Cruz, que se ha convertido en el primer centro hospitalario privado de Andalucía en realizar una técnica de estas características. Esta intervención es una operación muy compleja que se practica, como en este caso, ante cuadros de cánceres de vejiga muy agresivos. De este modo, se procede a la extirpación de la vejiga, la próstata y todos los ganglios de la pelvis. A continuación, se separa un trozo del intestino delgado para hacer una bolsa (neovejiga ortotópica) a la que se le unen los uréteres y esto se conecta a la uretra, para que el paciente pueda orinar por su sitio natural y no tenga estomas que precisen bolsas anexas para el depósito de su orina.

Al realizarse mediante la técnica de la laparoscopia, se consigue un menor sangrado del paciente, una mayor preservación de la continencia urinaria y de la potencia sexual, unido a un proceso postoperatorio más corto y favorable. “Una de las grandes virtudes de esta intervención ha sido el hecho de que el paciente ha tenido una recuperación rápida y a los pocos días de estar en planta ya podía pasear sin problemas; además, no se le ha roto su esquema corporal al no incorporársele una bolsa y, al construírsele una vejiga de sustitución, se le respeta la continencia, así que la micción se puede llevar a cabo de manera normal”, explica Manuel A. Gutiérrez, uno de los especialistas del grupo Innovación Urológica que han participado en la intervención. Además de él, pertenecen a este equipo José María Arribas, José Luis Moyano y Antonio Ortiz.

La segunda de las intervenciones, realizada en la Cooperativa Sanitaria de Galicia (CO.SA.GA), se trata de una extirpación completa de la vejiga de una paciente de 74 años de edad con un tumor vesical. Este equipo de profesionales , liderado por Eduardo Zungri, especialista en Urología, extrajo la vejiga dañada de la paciente dejando el segmento uretral para reconstruirla después con tejido del intestino grueso, a la que posteriormente unió los conductos (uréteres) que conectan con los riñones. La intervención quirúrgica, de cinco horas de duración, permitirá a la paciente orinar por sus vías naturales sin la necesidad de llevar las molestas bolsas colectoras y evitando de esta forma todos los inconvenientes que de su uso se derivan.

Durante la operación también se liberaron los riñones de la paciente de la dilatación que les afectaba gracias, en gran medida, al diagnóstico radiológico de alta complejidad efectuado por Manuel Arce, lo que permitió obtener una fotografía perfecta de los problemas que aquejaban a la paciente. Otro de los valores añadidos de la intervención es que se llevó a cabo bajo una anestesia realizada por Miguel Vilar con la técnica conocida como cirugía sin sangre, lo que favorece la recuperación y evita las complicaciones asociadas a las transfusiones. Zungri destaca que estas operaciones son “factibles” y que ayudan a los pacientes socialmente activos a tener una vida más “confortable” al permitirles orinar por vías naturales y evitando así el uso de bolsas colectoras.