En los últimos 8 años, el Servicio de Cirugía Torácica del Hospital de Bellvitge ha practicado 20 cirugías para tratar casos de pectus carinatum, un trastorno congénito del tórax, consistente en una deformidad torácica en forma de protrusión de la cara anterior.
En la selección de los pacientes tributarios de cirugía, se utilizan unos parámetros objetivos que se obtienen de la tomografía computarizada de tórax, la ecocardiografía y las pruebas funcionales respiratorias principalmente. “Con una pequeña incisión cutánea sobre el defecto esternal se corrige la deformidad, con la resección de los cartílagos implicados, una osteotomía o sección de la tabla anterior del esternón y, finalmente, la fijación mediante la utilización de un material protésico”, explica Escobar.
Tras ocho años de experiencia, los expertos en este tipo de cirugía afirman que se trata de un procedimiento seguro y relativamente corto, que tiene un bajo índice de complicaciones y con resultados estéticos satisfactorios, “con un elevado grado de aceptación por parte de los pacientes”, asegura Escobar.
Por el hecho de tratarse del servicio de referencia terciaria de la especialidad para los hospitales del sur de Barcelona, el de Bellvitge se ha convertido en uno de los equipos quirúrgicos con más experiencia y con un mayor volumen de pacientes mayores de 16 años afectados de pectus y tratados quirúrgicamente, con la dificultad añadida de que ha intervenido pacientes que presentan una recidiva de la deformidad después de haber sido intervenidos en la infancia o que sufren un pectus asimétrico muy pronunciado que hace que la técnica quirúrgica descrita sea la más adecuada.
El pectus es la deformidad congénita más frecuente de la pared torácica, ya que representa el 90 por ciento de todas ellas, con una incidencia de 1 caso por cada 300 nacidos vivos.