Almudena Fernández Madrid | viernes, 28 de agosto de 2015 h |

La Unidad de Trasplante Hepático del Hospital General Universitario Gregorio Marañón ha cumplido 25 años, un periodo en el que ha realizado más de 1.000 intervenciones de este tipo.

“Esta es una cifra que marca la madurez de un programa”, aseguró a GM José Luis García Sabrido, jefe del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del hospital, para añadir que cuentan ya con muchos pacientes trasplantados y muy largos supervivientes.

Magdalena Salcedo, jefa de Sección de Aparato Digestivo y coordinadora médico de la Unidad de Trasplante Hepático del Hospital Gregorio Marañón, por su parte, explicó que en estos años, el trabajo que desarrollan ha cambiado “de manera extraordinaria”, pues el trasplante hepático inicialmente era una situación médica límite “con muchas incertidumbres y poco desarrollo tecnológico y farmacológico”, mientras que actualmente sigue siendo un procedimiento quirúrgico complejo pero está más estandarizado y cuenta con “muchísimas más posibilidades” de soporte de antibióticos, de inmunosupresores, con lo cual se ha convertido en una práctica más rutinaria, menos excepcional. En este sentido, García Sabrido agregó que, aunque es un proceso largo y complejo, ya está muy estipulado en distintos protocolos, tanto para la parte de la donación como para insertar el hígado nuevo en el receptor.

Incidió en que también se ha simplificado, pues cuando se llevaron a cabo los primeros trasplantes —el primero con éxito en la Universidad de Colorado, en Denver, en 1967— la mortalidad era alta y la supervivencia baja. Sin embargo, en los últimos 20 años se han producido muchos cambios, desde las soluciones de preservación a cambios técnicos que han facilitado el procedimiento, de tal forma que aún considerándose como una de las intervenciones más complejas, hoy se lleva a cabo “con una mortalidad muy baja, de entre el 5 y el 10 por ciento” en el primer año.

Cambio de perfil

Salcedo señaló que este tipo de trasplantes cada vez se indican más frecuentemente, a personas de más edad y con más enfermedades asociadas. Además, el mayor número de intervenciones están ocasionadas por el virus C y la cirrosis alcohólica, por lo que la primera indicación “sin duda a partir de ahora cambiará mucho con el desarrollo del tratamiento de la hepatitis C”.

Asimismo, el jefe del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo apuntó a que el perfil del donante “ha variado enormemente” desde que se puso en marcha esta unidad. Y es que hasta hace 20 años el donante era joven y frecuentemente la causa de la muerte era un traumatismo craneoencefálico debido a un accidente de tráfico. Actualmente, las nuevas leyes de tráfico y los dispositivos de seguridad de los vehículos han disminuido tremendamente este tipo de lesiones que conducían a la muerte. Y, por otra parte, se han ido ampliando las indicaciones de extracción de órganos en donantes cada vez más mayores y con más comorbilidades, de manera que, en la actualidad, la edad media del donantes es de entre 55 y 60 años, y es frecuente contar con donantes de más de 80 años con injertos útiles, por lo que el cambio es muy importante.

En relación con el número de pacientes que atiende el servicio, la coordinadora médico de la Unidad de Trasplante Hepático afirmó que la actividad del programa es media, realizando unos 40 trasplantes al año, aunque se evalúa a muchos más pacientes, a alrededor de 200 solo en la Unidad de Trasplante.

Futuro del programa

En cuanto al futuro, Salcedo deseó que se convierta en un programa veterano, proactivo y con ganas de crecer, pues la idea es intentar progresar en cuanto a una mayor actividad de la donación, optimización de recursos y la posibilidad de seguir incorporando las innovaciones técnicas al hospital.

El Hospital General Universitario Gregorio Marañón ha obtenido la certificación ISO-EN-UNE 9001:2008 del proceso de trasplante hepático. No se han certificado aspectos puramente mecánicos del proceso, sino que el foco fundamental en el que se ha centrado la certificación del trasplante hepático ha sido el paciente. Además, la acreditación abarca desde el momento de la evaluación inicial de la persona hasta un año después del trasplante.

La certificación del Proceso de Trasplante Hepático ha contado con la colaboración de más de 50 profesionales del hospital.