J. A. R. Barcelona | viernes, 27 de noviembre de 2015 h |

El Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) pide que la Administración establezca un enfoque coordinado para abordar el tratamiento del cáncer de pulmón. Asimismo, reclama que los gestores los reconozcan como “interlocutores formales”, como explicó Mariano Provencio, presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón y jefe de oncología del Hospital Puerta del Hierro de Madrid, ya que, a su juicio, no se les tiene en cuenta para “impulsar políticas contra la enfermedad”. Provencio señaló que es necesario superar las limitaciones en el acceso a fármacos y mejorar los protocolos para que los grupos de investigación recluten a pacientes para poner en marcha ensayos clínicos. Además, puso el énfasis en que, a pesar de la elevada mortalidad de esta patología, y del enorme coste económico y social que conlleva, los recursos que se dedican para combatirla “son proporcionalmente inferiores a los dedicados a otras enfermedades”.

El cáncer de pulmón en España

Provencio realizó estas reclamaciones durante la presentación del informe Report Card 2015, elaborado por más de 300 expertos de diferentes ámbitos. En este informe se han presentado los datos más actuales sobre el cáncer de pulmón en Cataluña. “Unos resultados que son extrapolables al resto del país”, comentó Bartomeu Massutí, jefe de oncología del Hospital General de Alicante. El dato más preocupante, como explicaron ambos expertos, es que la mortalidad por cáncer de pulmón entre las mujeres ha aumentado un 30 por ciento en cinco años. Esto se debe, según Massutí, a que el tabaquismo entre las féminas empezó a crecer más tarde que entre los hombres, “y ahora se están viendo las consecuencias”. Asimismo, Massutí también alertó de los riesgos del consumo de tabaco entre adolescentes, y señaló que uno de cada tres adolescentes verá acortada su esperanza de vida por culpa del tabaco. Según el Instituto Nacional de Estadística, 21.000 personas mueren cada año en España por esta patología (82 por ciento hombres y 17 por ciento mujeres). Por otro lado, aunque el pronóstico ha mejorado ligeramente en los últimos años, tras cinco años de tratamiento la supervivencia global es menor del 15 por ciento.