DE QUIROGA,
Presidente Editor de GM viernes, 12 de febrero de 2016 h
Cuando elige sus compañeros de viaje debe saber las consecuencias. Ignorarlas sólo lleva a tropezar de nuevo con el pasado. Y de eso se trata. La segunda de Juan Abarca, candidato a las elecciones del Icomem, es la ex presidenta de una de las peores etapas colegiales de la historia. Sonia López Arribas ha sido imputada por revelación de secretos, y ha protagonizado uno de los escándalos más tristes de una institución colegial, tras el paso del que fue gerente del Colegio, supuesto “espía” del CNI. Tomaduras de pelo aparte, no acabo de entender qué gana una candidatura que tiene a alguien que debió de dimitir hace tiempo, con los primeros escándalos. Las tramas de Mortadelo y Filemón las ha denunciado GM desde sus comienzos, y formará parte de la historia del Colegio, una historia que corre el riesgo de repetirse.
Que las cosas van a cambiar en el Colegio con el nuevo presidente es indudable: se acabaron los contratos con empresas privadas. Eso será bueno para la gestión. Y, en cualquier caso, las explicaciones de los contratos que se hagan se deberán informar de manera rigurosa, especialmente ahora que se quiere que los candidatos de más de un 15 por ciento de votos conseguidos estén representados y puedan participar en las decisiones colegiales. El Icomem debe dejar de ser un foco de rarezas y excentricidades, denuncias aparte, y estar al servicio de los colegiados. Y en ese objetivo estamos todos, y están los médicos de Madrid, hombres y mujeres que ejercerán su voto en las elecciones sabiendo que se juegan los próximos 4 años.
Mi esperanza es que sea un proceso plural, con el mayor número de votos y participación posible, y que se cierre una lamentable etapa que ha erosionado el prestigio del Colegio.