Gaceta Médica Madrid | jueves, 10 de septiembre de 2015 h |

Un equipo científico liderado por el catedrático Francesc Villarroya, del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Barcelona (UB), en colaboración con el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn) y el Instituto Danone, ha demostrado que el factor de crecimiento fibroblástico 21 (FGF21), un compuesto presente en la leche materna, tiene un papel clave para la absorción de nutrientes y la regulación de la función intestinal en los recién nacidos, al mismo tiempo que contribuye a mejorar su perfil metabólico y a aumentar su crecimiento durante las primeras semanas de vida. Los resultados se han publicado en la revista Scientific Reports, del grupo Nature.

Hasta ahora, lo que se sabía acerca de las funciones de este factor de crecimiento era que tenía una acción favorable sobre el metabolismo de las grasas y la absorción del azúcar, por lo que se le atribuían propiedades antidiabéticas y antiobesidad. Ahora, esta investigación ha demostrado que, al pasar a los neonatos a través de la leche materna, el FGF21 actúa sobre el intestino, donde estimula la producción de enzimas que favorecen la absorción de la lactosa, así como de otras hormonas gastrointestinales que ayudan a asimilar correctamente los nutrientes. El resultado es que los neonatos presentan un mejor perfil metabólico y un desarrollo superior en un 25 por ciento al de los recién nacidos que no reciben este compuesto. Para llegar a esta conclusión los investigadores han utilizado animales de laboratorio, observando las diferencias entre un grupo de recién nacidos que recibían leche natural de la madre y otro grupo que recibía también leche de su madre, pero en la que se había eliminado este compuesto.

En un estudio anterior que se llevó a cabo colaboración con el Hospital de Sant Joan de Deu de Barcelona, el equipo de Villarroya comprobó que el FGF21 es prácticamente inexistente en el feto y que su producción en los recién nacidos se activa cuando el neonato recibe la leche materna, un hecho que confirma la importancia que tiene su ingesta. A partir de estos resultados, los autores del estudio se proponen investigar los efectos sobre el metabolismo de haber estado expuesto o no al FGF21 a más largo plazo, hasta la adolescencia, y si este factor está presente y en qué porcentaje en las leches artificiales destinadas a la lactancia, con el objetivo de mejorar su composición.