Las pruebas de imagen cardiaca han ido ganando terreno en el diagnóstico de la enfermedad cardiaca, donde la ecocardiografía se ha convertido en la herramienta básica del diagnóstico. Y es que un porcentaje nada desdeñable, el 40 por ciento, de los pacientes que ingresan en un centro hospitalario no es diagnosticado correctamente de insuficiencia cardiaca. “Si se utiliza el ecocardioscopio se aumenta la fiabilidad diagnóstica hasta casi el 90 por ciento, según los datos de diversos estudios poblacionales”, ha indicado Miguel Ángel García-Fernández, presidente de la Sociedad Española de Imagen Cardiaca, profesor Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y director de la 30ª Reunión Anual de Imagen Cardiaca.
Como señaló Roberto Lang, director de Imagen Cardiaca de la Universidad de Chicago, el desarrollo en los últimos años de la ecocardiografía tridimensional permite mejorar la visualización de la válvula mitral por parte del cirujano. “Puede visualizarla previamente a la cirugía de una forma similar a como la verá en la sala de operaciones, lo que le permite determinar con una gran precisón la localización del problema valvular y planifar la cirugía de antemano”, dijo.
Durante la reunión también se señaló que los varones deportistas son 20 veces más propensos a sufrir una muerte súbita que las mujeres. Lang hizo énfasis en la necesidad de realizar controles periódicos de la salud cardiovascular a las personas que practican deporte de forma profesional o pseudoprofesional. En este sentido, destacó, “el ecocardiograma es una herramienta muy útil”.
También se ha presentado el libro Cardio imagen en la insuficiencia cardiaca, dirigido por Miguel Ángel García-Fernández y Roberto Lang. En esta obra se abordan las últimas actualizaciones de las técnicas de diagnóstico cardiaco, que siguen creciendo de forma exponencial. De este modo, se explica cómo utilizar el arsenal diagnóstico de manera secuencial.