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La posibilidad de convocar huelga en la sanidad pública con la que hace tiempo vienen amenazando los médicos será una realidad durante octubre. Los sindicatos médicos asturianos y andaluces serán los primeros en ponerla en práctica, en el caso de Asturias con paros de media jornada los días 8, 9, 10, 11 y 15 de octubre ante la “agresión sin precedentes” a sus derechos laborales más allá de la ampliación de jornada a 37,5 horas semanales, que tenían “asumida”. Desde la central Simpa aseguran que esta primera convocatoria es sólo una “advertencia” que intensificarán con una huelga a jornada completa los días 24, 25, 26 y 29 de octubre, que podrían alargar en meses posteriores.
Sus reivindicaciones pasan por ampliar la jornada con media hora diaria de prórroga, con una ponderación de 7,5 horas de jornada ordinaria anual por cada guardia y con descanso ininterrumpido de 36 horas semanales con carácter inmediato a ésta. Además, piden la exención voluntaria de atención continuada para los mayores de 55 años, así como la aplicación en especializada de los módulos de guardias para actividad asistencial a partir de las 15 horas. También los sindicatos asturianos Sicepa/Usipa, Satse, Usae, UGT y CC.OO., encerrados desde hace un mes en la sede del Servicio de Salud del Principado, han decidido abandonar esta protesta convocando sus propios paros el 16 de octubre.
Por su parte, los facultativos andaluces de SMA-CESM han anunciado una huelga de 24 horas el 23 del mismo mes —que elevarán a consulta para convertir en indefinida— como “consecuencia” de los recortes que el colectivo está sufriendo a raíz de los decretos aprobados tanto por el Ejecutivo central como por la Junta de Andalucía, tras el fracaso de las negociaciones con la Administración para la implantación de la jornada de 37,5 horas semanales que, a su juicio se está aplicando “sin equidad” y de forma “dispar” entre los profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Este sindicato alude a la “falta de respeto” de la Administración con el personal sanitario tras redactar dos borradores de acuerdo que no han accedido a firmar ni la Junta ni el SAS. Para los profesionales, el aumento de jornada “esconde” una nueva rebaja retributiva de unos 400 euros mensuales y unos 6.000 anuales y además empeorará la calidad asistencial, al tiempo que supondrá la pérdida de puestos de trabajo y más dificultades para conciliar la vida personal y laboral.
Sí ha sido posible el acuerdo en la reunión de la mesa sectorial de Extremadura, pues la Administración sanitaria ha ampliado su oferta concediendo al facultativo la negociación con su centro de trabajo para que adapte a sus necesidades cómo realiza la ampliación de la jornada.
