El decreto de gestión clínica ha entrado en su fase más crítica: las alegaciones. Y es que si los profesionales creían que la normativa rozaba su última fase, vuelve a frenarse con un nuevo plazo para seguir aportando alegaciones.
Al rechazo del foro al texto final publicado por el ministerio de Sanidad se le suma el del Ámbito de Negociación, que vuelven a oponerse incidiendo en “las formas y en el propio documento”. Sin embargo, este malestar en las organizaciones del Ámbito va más allá y afecta también a la propia división de las mismas. Por un lado, Comisiones Obreras, UGT y CSI-F califican de peligrosa la propuesta de UGC pues pueden derivar, “de facto, en la privatización de la gestión de la sanidad pública”. Pilar Navarro, secretaria de Salud, Sociosanitario y Dependencia de FSP-UGT, ha denunciado la forma en que se está gestando el Real Decreto. “Sanidad ha ninguneado y excluido de la negociación, hasta el último momento, a las organizaciones sindicales, legítimas representantes de los trabajadores”, precisó. UGT ha recordado que el texto del Real Decreto se discutió y presentó ante los foros profesionales, sin que los sindicatos tuvieran conocimiento previo del texto.
Por su parte, el vicesecretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Tomás Toranzo, asegura que el primer punto de conflicto entre las organizaciones, es que tanto CESM como Satse consideran necesario el decreto para mejorar en eficacia. Algo en lo que choca con Navarro que asegura que “no hay estudios sobre la eficacia de las UGC, por tanto, son prescindibles”. Toranzo, rechaza además, que este decreto potencie la privatización, a diferencia de los sindicatos de clase que lo ven como un peligro. Sin embargo, al igual que los profesionales del Foro de la Profesión Médica, para Toranzo el texto publicado por Sanidad no satisface las peticiones de los profesionales y por tanto, exigen que se adapten los criterios mínimos que han pedido como que la incentivación no vaya asociada al ahorro y que se concrete más sobre el liderazgo de las unidades. Asimismo, piden que la organización de la dirección no sea por libre designación.