| jueves, 19 de septiembre de 2013 h |

Se conocen algunos genes implicados en la aparición de la esquizofrenia, pero la función que ejercen muchos de ellos aún es una incógnita. Pues bien, una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desvelado la función de uno de ellos, el gen Erbb4, que codifica un receptor de la familia de las proteínas de tirosina quinasas. Dicho gen se expresa de forma muy específica en una población concreta de neuronas inhibitorias y, por lo tanto, está relacionado con las conexiones que se producen entre ellas, según ha publicado la revista Neuron.

Los experimentos, llevados a cabo en ratones en los que se silenció el gen Erbb4, demostraron que su ausencia provoca un aumento desproporcionado de la actividad y sincronización de las neuronas excitadoras. “Dicha alteración reproduce de forma muy precisa algunos de los cambios en la actividad cerebral que ocurren en pacientes de esquizofrenia”, señala Óscar Marín, codirector de la investigación junto a Beatriz Rico, añadiendo que estos cambios han sido, a su vez, relacionados con los déficits cognitivos que caracterizan a la enfermedad.

Las conexiones sinápticas pueden ser de dos tipos: inhibidoras y excitadoras. En este caso, el gen asociado a la dolencia se relaciona con neuronas de sinapsis inhibitoria y resulta “fundamental para que dichas neuronas reciban y realicen su número normal de conexiones”, añade la investigadora del CSIC.