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Los programas de cribado poblacional en cáncer que han demostrado verdadera utilidad a la hora de prevenir y, sobre todo, de diagnosticar de forma precoz, son los de mama, cuello uterino y colon.
Ahora bien, como puntualiza Pedro Pérez Segura, coordinador del Grupo de Prevención de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la disponibilidad y accesibilidad es muy heterogénea en España y varía en gran medida dependiendo tanto del tumor como de las Comunidades Autónomas.
“Hay algunas CC.AA. donde se realiza de manera rutinaria el cribado en las tres patologías, otras en las que sólo se aborda en alguno de los tres tumores, y otras en las que el cribado es aleatorio y no poblacional, es decir, que se propone cuando la paciente acude a la consulta por otro motivo”, explica, matizando que los programas más instaurados son los de cáncer de mama y de cérvix, y subrayando que, sin embargo, “la situación en cribado de cáncer de colon es lamentable”. A pesar de haberse demostrado el impacto que tiene tanto económico como de supervivencia, y de contar con expertos con publicaciones muy relevantes en el campo del diagnóstico precoz del cáncer de colon en nuestro país, “probablemente nos situamos en los puestos más bajos en la lista de programas de cribado en Europa”.
En este sentido, en el marco del Día Mundial, celebrado el pasado 4 de febrero, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) comunicaba que cada año se diagnostican 33.800 nuevos casos en España, y fallecen casi 15.000 personas a causa de este tumor. Pero estudios científicos han demostrado que la detección precoz disminuye la mortalidad a corto plazo entre un 30 y un 35 por ciento, lo que supondría salvar 3.600 vidas cada año. Es el motivo por el que insisten en su petición a las autoridades sanitarias para que el cribado poblacional del cáncer colorrectal sea una realidad en la Cartera de Servicios Comunes del Sistema Nacional de Salud.
Un objetivo aún lejos de la realidad, teniendo en cuenta que, según indica Pérez Segura, hay comunidades como Navarra, País Vasco, Murcia y Cataluña que llevan trabajando seriamente este tema desde hace años, “cada uno con programas organizados en función de su idiosincrasia y de la estructura geográfica”, pero otras como la Comunidad de Madrid, “en las que no se sabe si a día de hoy ha comenzado algún proyecto piloto”.
La relación coste-eficacia de la prueba es clara, porque el test de sangre oculta en heces tiene un precio inferior a dos euros y es capaz de detectar lesiones precancerosas ocho años antes de que éstas se transformen en cáncer colorrectal. Pérez asevera que este método inmunológico, en población de riesgo estándar, puede ser tan efectivo como una colonoscopia. Ésta última se realizaría en los casos positivos y sería útil para evitar un 30 por ciento de los tumores mediante la resección de pólipos precursores. “Cuando tenemos que hacer colonoscopia, podemos actuar a la vez que diagnosticamos, cosa que la mamografía no permite”, apunta.
Y el impacto del diagnóstico precoz no tiene discusión, pues si se trata a tiempo “se logran tasas de curación del 90 por ciento”.
En lo referente a programas de cribado para casos que presenten factores de riesgo, en cánceres que impactan por su alta prevalencia o por su elevada mortalidad, Pedro Pérez afirma que en los tumores de próstata y pulmón deberían empezar a plantearse el desarrollo de programas de investigación específicos para cribado, o “al menos el diseño de estudios que permitan clarificar hasta qué punto es útil o no la realización de determinadas pruebas con frecuencia”. Así, el cáncer de próstata es “enormemente importante en cuanto a prevalencia”, pero existen dudas sobre la utilidad de la tradicional prueba del PSA para detectarlo. “Las últimas recomendaciones de los grupos de expertos señalan que probablemente en población general esta prueba no aporta beneficio”. En el caso del cáncer de pulmón, Pérez puntualiza que es un tumor “enormemente agresivo”, con una tasa de curación muy baja incluso con diagnósticos precoces, y que realmente “deberíamos abogar por la investigación en este campo para poder evitar o reducir el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer”.