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El coste medio por paciente con enfermedad cerebrovascular (ECV) durante el año 2010 fue de 6.123 euros por alta, superado sólo por las neoplasias —6.620,59 euros. Dentro de las ECV, lo más costoso fueron los casos de ictus agudos —6.922 euros de media— y, dentro de ellos, los quirúrgicos, con 25.505 euros por paciente, fueron cinco veces más caros que los casos médicos —5.163 euros—. Así se desprende del informe ‘Carga de morbilidad y proceso de atención a las enfermedades cerebrovasculares en los hospitales del SNS’, elaborado por el Ministerio de Sanidad.
Por comunidades, los costes medios más altos a causa de ECV se produjeron en Canarias —7.210,11 euros—, Madrid —6.435,72— y Cataluña —6.423,57—. En el extremo opuesto, La Rioja —4.502,07—, Ceuta —4.855,84— y Extremadura —5.559,35— fueron las que menores gastos tuvieron.
En concreto, se produjeron 101.065 altas hospitalarias en el SNS por ECV, lo que supone un 2,75 por ciento del total. Dichas altas se realizaron tras un tiempo medio de estancia de 10,45 días. De ellas, un 71,6 fueron clasificadas como ictus agudo y la estancia media fue de 11,87 días, 2,5 días menos que hace 14 años.
Además, durante los últimos 13, el número de pacientes atendidos por ECV ha crecido a un ritmo del 2,63 por ciento anual y el aumento total en el periodo 1997-2011 fue del 41,21 por ciento, situándose como la octava causa de hospitalización.
En cuanto a la mortalidad, representó el 7,89 por ciento del total de defunciones. Algunas CC.AA. destacaron por presentar unas tasas brutas muy elevadas: Galicia, Asturias y Extremadura. Las más bajas correspondieron a Canarias, Madrid, Melilla y Baleares.