Lucía Barrera, Directora de
Gaceta Médica
| viernes, 10 de julio de 2015 h |

El informe que presentaba la pasada semana la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ponía otra vez de manifiesto uno de los temas que hacen más aguas dentro del Sistema Nacional de Salud y que pocos visos tienen de solucionarse: la ordenación de los recursos humanos.

De poco o de nada ha servido la publicación hace más de un año del Libro Blanco y tampoco se han visto grandes avances tras la aprobación del registro de profesionales sanitarios con el anterior equipo ministerial. La crisis económica no se ha aprovechado para detectar las múltiples bolsas de ineficiencia en este campo y solucionarlas, sino que el problema se ha agravado al establecerse durante estos años medidas de recorte en las plantillas utilizando el mismo rasero y con el único objetivo de salvar unas cuentas que no cuadraban. Y mientras, en los centros sanitarios se siguen promoviendo concursos públicos que atan de manos a los jefes de servicio, se mantienen duplicidades de puestos que en cualquier empresa privada serían impensables, no hay posibilidad de incentivar, ni de sancionar, y se atomizan los recursos a raíz de la creación de nuevos hospitales, herencia de la burbuja inmobiliaria y las épocas de derroche, con el impacto que ello puede tener en la calidad asistencial que se presta.

La falta de planificación ya está trayendo consecuencias. Medicina registró en junio su segundo máximo anual de paro y la precariedad es la tónica general para muchos de los profesionales que sí tienen trabajo. El sistema tiene déficit de determinados especialistas, y aunque las sociedades científicas parecen haber asumido la tarea de cuantificarlo, frecuentemente reciben la callada por respuesta, teniendo en cuenta que no vale con comunicárselo al ministerio de Sanidad, sino que hay que llamar a la puerta de las 17 comunidades autónomas. Con todo, a los gestores se les llena la boca al hablar de los estándares de calidad pero los especialistas dejan claro que faltan registros, bases de datos e indicadores, además de estudios sobre resultados de salud.