Gaceta Médica martes, 31 de marzo de 2015 h
El yin y el yang o las fuerzas opuestas y complementarias que se encuentran en todas las cosas. Desde este prisma taoísta podría analizarse esta legislatura en el ministerio de Sanidad. Ana Mato — el’yin’— vivió una época difícil, marcada por los ajustes y en la que se establecieron medidas duras para el Sistema Nacional de Salud. Mientras, a Alfonso Alonso —el ‘yang’— le ha tocado la época de la recuperación anunciada por el Gobierno, y sobre todo, de la campaña electoral. Y así, en Sanidad ya estamos viendo el ‘donde dije digo, digo Diego’.
En apenas cuatro meses, el sucesor de Mato se ha encargado no sólo de abrir las ventanas para que corra el aire fresco en la sede del Paseo del Prado, sino que se ha ocupado de acabar con algunas de las medidas que más desgastaron la imagen de la exministra. Para empezar, se dio carpetazo al maltrecho copago de la farmacia hospitalaria. Una medida que nació con pocas esperanzas de supervivencia pero que seguía en el imaginario colectivo del sector. Asimismo, se ha dejado caer que la vacuna de la varicela podría volver a las farmacias.
El ministro y su equipo han tenido capacidad de reacción al tsunami que se estaba formando en la opinión pública y le han dado forma a un plan nacional de hepatitis C del que aún quedan algunos flecos pendientes que esperemos se solventen antes de los comicios, y que ahora está, como la mayoría de las cuestiones relevantes, a expensas del ministerio de Hacienda.
También ha intentado Alonso contentar a los profesionales sanitarios, dándoles algunos aperitivos para que apacigüen el hambre de avances. Tanto es así que en su intento por convidar a médicos y enfermeros la cosa puede acabar en empacho con la prescripción enfermera.
Pero además, como titular de Semana Santa, el ministro anuncia como quien no quiere la cosa que los inmigrantes en situación irregular volverán a tener atención primaria, que no tarjeta sanitaria, por cuestiones “prácticas y de salud pública”. Una decisión que viene a echar tierra sobre una de las medidas más impopulares que adoptó Ana Mato.