LucÍa Barrera, Directora de
Gaceta Médica
| lunes, 22 de diciembre de 2014 h |

Aires nuevos han llegado al ministerio de Sanidad. El cambio de equipo en el Paseo del Prado ha traído, cuanto menos, frescura a un ambiente que ya estaba muy viciado. Ministro y secretario general han puesto la directa y, conscientes de que el contador ya está en cuenta atrás, han abierto una agenda que se prevé complicada en los próximos meses. Aunque es pronto para ver si las buenas palabras se convierten en hechos, hay que valorar el hecho de que Alfonso Alonso haya dado prioridad a los encuentros con los profesionales.

Dicen que las comparaciones son odiosas pero lo cierto es que es inevitable obviar las diferencias de talante del nuevo y antiguo equipo ministerial. Más allá de las dotes comunicativas, que Alfonso muestra con total soltura, no es baladí el gesto de que en la primera reunión con médicos y enfermeros hayan sido ministro y secretario los que se han desplazado a las respectivas sedes colegiales, y no al revés, ya que normalmente estos partidos se juegan en casa.

Sin embargo, tras esta primera toma de contacto, se acerca el momento de empezar a demostrar más allá de los discursos. “Los pactos están siempre para cumplirse”. Con esta frase Alonso intentaba templar los ánimos de los enfermeros, cuyo acuerdo pende de un hilo si de las promesas no se pasa a la acción. El responsable de la cartera está bien aleccionado y en sus palabras es frecuente la mención a los profesionales que forman parte del SNS.

“Acceso a la innovación” y “equidad” son conceptos que ya han aparecido en boca de Alonso. El primero para asegurar que su intención es que los nuevos fármacos se incorporen al sistema sanitario. En este punto es imposible obviar el acuerdo del ministerio de Hacienda con Farmaindustria y Fenin para ligar el gasto farmacéutico a la evolución del PIB. Una negociación que, aunque se escapa de las competencias de Sanidad, es la primera oportunidad del ministro para demostrar su peso político dentro del partido y asegurar la protección de un sistema que sigue estando en riesgo.