carlos b. rodríguez Madrid | viernes, 24 de febrero de 2012 h |

Hace aproximadamente un año, posturas irreconciliables en torno al Pacto por la Sanidad obligaron a echar el cierre a la subcomisión de estudio que durante 18 meses había trabajado en el seno de la comisión de la Sanidad del Congreso para llegar a posiciones comunes sobre el futuro del SNS. Esas discrepancias estaban relacionadas con la financiación de la Sanidad y con el planteamiento de un sistema público-privado.

Ambos asuntos generan todavía tensión en la Cámara, y podrían volver a ser el talón de Aquiles del acuerdo parlamentario sobre la Sanidad. La semana pasada el pleno del Congreso dio el visto bueno a crear una segunda subcomisión, que nace con dos conclusiones y muchos condicionamientos: los del ‘Pacto de Ana Mato’ y los de la defensa de la Sanidad pública de los partidos de izquierda y los autonomistas del PNV.

Tanto las unas como los otros no son sino la muestra de que la alianza entre CiU y el PP en Cataluña les pasa factura a estos dos grupos en el Congreso. Los grupos de la oposición comparten la necesidad de someter a un estudio riguroso la sostenibilidad del SNS, aunque muchos son escépticos con el resultado de la moción y casi todos hicieron notar, precisamente, que quien la ha impulsado ha sido precisamente el partido que ha hecho lo mismo con la tasa por receta en Cataluña, con el beneplácito del PP. El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, fue el más explícito en este sentido, al señalar que “no se puede propugnar el pacto y al mismo tiempo tomar medidas que niegan el pacto”.

En esa consideración se basan los dos grandes cambios que ha sufrido la propuesta original de CiU. Los catalanes pedían conocer los recursos financieros de los que dispone el sistema sanitario para después acometer la reforma de la cartera de servicios. Lo único que han podido arañar en este punto, en el que la opinión del PP era la clave, es que ahora ambas líneas se trabajarán en paralelo para dar cabida, como señaló el portavoz popular, Manuel Cervera, al pacto propuesto por Mato.

Esta decisión ha tumbado también la pretensión de que fuera la Comisión de Hacienda la que diera cobijo a la subcomisión solicitada en la moción de CiU. La mayoría de los grupos insistieron en trasladarla a la Comisión de Sanidad para desligar así el análisis de la sostenibilidad del sistema sanitario de una perspectiva exclusivamente económica.

El texto consensuado constata el “elevado impacto” económico de la Sanidad pública sobre los presupuestos, así como las dificultades de las administraciones para pagar las facturas sanitarias. Sin embargo, al rechazar que sea en la Comisión de Hacienda donde se analice la viabilidad del SNS, los grupos reivindican que el análisis no olvide los criterios de cohesión, calidad y equidad. “Hay que trabajar en el objetivo de la sostenibilidad de la sanidad pública, pero no se trata de asegurar la sostenibilidad sin más”, dijo el portavoz de Sanidad del PSOE, José Martínez Olmos.

Más allá, estos cambios aseguran al Congreso una participación en el pacto mucho mayor que la que proponía Mato. La intención de la ministra era trabajar en el Interterritorial unas líneas que se concretarían con las fuerzas políticas en la Ley de Servicios Básicos. Ahora, el Interterritorial y el Congreso no solo trabajarán a la par, sino que el primero lo hará teniendo en cuenta las recomendaciones de la nueva subcomisión.

El PP y el copago

Al mismo tiempo que CiU pagaba con su moción su parte de la tasa farmacéutica, la contribución del PP catalán se trasladó en el Senado a la ministra en forma de dos preguntas sobre copago. Ambas tenían el mismo objetivo: recoger el rechazo expreso del ministerio a cualquier fórmula de este tipo.

Mato defendió una Sanidad gratuita, en la que los pacientes sean atendidos “sin tener que pagar por ello”, aunque no formalizó con palabras su rechazo al copago. Así respondió al socialista Tomás Gómez: “¿Cómo puede ser usted tan rotundo a la hora de hablar de algunas propuestas de miembros del PP, todas ellas vinculadas o en función a la renta, y sin embargo haber guardado silencio sepulcral durante tanto tiempo con propuestas de compañeros de su partido político, sobre copago indiscriminado sin tener en cuenta los ingresos?”.