GM Madrid | viernes, 03 de julio de 2015 h |

Un equipo de científicos del grupo de Telómeros y Telomerasa del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) acaba de publicar un estudio en Cell Reports en el que demuestran que el acortamiento de los telómeros es causa necesaria para el desarrollo de la fibrosis pulmonar idiopática (FPI). Aunque ya existían estudios que mostraban una correlación estadística entre mutaciones genéticas realacionadas con el mantenimiento de los telómeros y la FPI, hasta ahora no se había investigado si existía una relación causa-efecto.

Para demostrarlo, estos investigadores crearon modelos de ratón a los que se les suprimió una proteína esencial para la construcción de telómeros en las células alveolares de tipo 2, indispensables para la regeneración del tejido pulmonar. Tal y como habían previsto los investigadores, la mayoría de los ratones desarrollaron fibrosis pulmonar, ya que la falta de telómeros resultó letal para las células alveolares de tipo 2, que no pudieron regenerar el epitelio pulmonar. “Hemos visto que un daño telomérico agudo es suficiente para desencadenar fibrosis pulmonar, incluso en ausencia de daños ambientales”, señala Paula Martínez, una de las investigadoras.

Pero el problema en humanos no es la falta de telómeros, sino su acortamiento, unido a las agresiones ambientales. Por eso, estos investigadores desarrollaron un modelo animal con acortamiento prematuro de los telómeros debido a la deficiencia de telomerasa al que además le suministraron bleomicina, un fármaco que daña el material genético y frena la división celular a dosis altas pero que, a dosis bajas, no es suficiente para provocar esta patología en ratones sanos.

Y este modelo animal más parecido a la situación humana ha confirmado, tal y como sospechaban, que existe una sinergia entre los telómeros cortos y las dosis bajas de bleomicina. Ninguno de estos dos factores es capaz de provocar la enfermedad por sí solo, pero sí su aparición conjunta. “Estos hallazgos están a favor de un modelo en el que un daño persistente derivado de telómeros cortos o disfuncionales se suma a pequeños daños celulares adicionales y desencadena la fibrosis pulmonar”, concluye Juan M. Povedano, otro de los científicos.